I Love Madeline

Capítulo 11.

Escuchar hablar de lo mismo me agobia, sobre estadísticas, como los precios suben y bajan en como llegar a un presupuesto justo, era estresante. He estado más de 4 horas sentada en la silla escuchando de lo mismo.

Esto no podía ser más aburrido y agobiante.

—Hemos por dar terminada la reunión—Finalizo Ayden y yo solté un suspiro bajo.

Todos los socios e inversionistas se levantaron y se retiraron, solo quedábamos Ayden y yo, voltee a ver a Ayden y noté que estaba hablando con unos de los inversionistas el cuál no me quitaba la mirada de encima.

Alto, fornido, cabello negro era guapo pero no lo suficientemente como para compararlo con Ayden. Este pareció notar qué me estaba mirando, hizo una seña para que me acercara e hice caso omiso.

—Eduardo quiero presentarte a mi esposa Madeline de Ivanov—Me presentó rodeando con uno de sus brazos mi cintura, como si estuviera marcando territorio con eso, parecía celoso, pero no debía de darme iluciones todo era finjido.

La expresión de Eduardo era de sorpresa, pero sé recupero y sonrió.

—En hora buena, es un placer conocerla Señora Ivanov—Tomo una de mis manos y la beso, sonreí a Ayden no pareció agradarle ya se su agarre en mi cintura se hizo más fuerte.

—El placer es todo mío—Dije y soltó de mi mano y Ayden aflojó de su agarre.

—Ayden déjame decirte que eres muy afortunado de tenerla, es una mujer preciosa —Dijo este sin dejar de mirarme, me ardían las mejillas.

Ayden solo asintió serio y dijo:—Estoy consiente de lo que tengo—Eso sonó posesivo como si fuera un objeto, algo que no me gustó.

—Bueno Ayden me retiro, tengo algunos asuntos que atender, fué un placer conocerla, espero verlos más seguido—Ayden solo asintió, yo sonreí y con eso se retiró.

Ayden quito su brazo sobre mi cintura y me enfrento.

—¿Se puede saber porqué cojones le sonríes?—Pregunto y si mis sospechas eran confirmadas Ivanov estaba celoso.

—Que esperabas, ¿Querías que le pusiera tu cara la de simio frustrado? No, creo que esa se te da mejor a tí—Pase por su lado y me acerque a la puerta.

—Madeline ven aquí no hemos terminado—Se cruzó de brazos, eso me hacía recordar a mi padre sonreí por el vago recuerdo, sacudí mi cabeza.

—Estas celoso Ivanov—Dije y salí de la aquella sala.

Camine hasta el ascensor toque el botón y las puertas se abrieron, entre en él, estaba por cerrar, unas manos lo detuvieron, su fragancia llegó a mis fosas nasales, olía tan bien.

—Dije que no habíamos terminado de hablar—Entro al ascensor.

—Yo si termine, concluí en que solo estás celoso—Encoji de hombros.

—No lo estoy—Gruño.

—Si que lo estás—Insisti.

—No lo estoy.

—Esta bien—Dije y se relajo, quedamos unos segundos en silencio y volví a decir:—Si lo estás—Maldijo por lo bajo.

Las puertas del ascensor se abrieron, salí de el, sentía los pasos de Ayden detrás, De haber salido del edificio entre al auto, Ayden entró después.

Todo el trayecto fue silencioso, Ayden suele ser no muy conversador.

Lo detalle, si quijada estaba tensa, estaba serio, sus cejas estaban entrejuntadas, sus labios rosados formaban una línea, miraba hacia la nada, sus manos descansaban en sus muslos, hoy estaba de traje negro con corbata azul, Ayden era muy atractivo algo que ya había comentado pero aún me seguía fascinando.