Capítulo 3.

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Desperté por los rayos de sol en mi ventana, era extraño pensé que Key me levantaría esta vez con gritos pero no nada.

Me levanté y salí de la habitación en búsqueda de Key fui la sala de estar y no estaba, fui a la cocina tampoco, la última opción que me quedaba era su cuarto y camine hasta el toque la puerta y no se escuchaba nada, no creo que se haya ido al trabajo sin antes levantarme o despedirse almeno.

Abrí la puerta de su habitación y allí estaba, se encontraba dormida su laptop estaba a lado de ella, sus lentes estaban por la cama y había envases de helado esparcidos en su cama, se había quedado dormida.

-Key despierta-Le moví un poco y nada-Key levántate, te quedaste dormida-trate de decir un poco más fuerte, y despertó exaltada.

-¿Qué hora es?-Dijo ella un poco alterada.

-No lo sé, solo me desperté y no estabas por la cocina o por la sala y vine a tu cuarto y vi que estabas dormida-Dije muy rápido ella se levantó, y buscó su celular que se encontraba en una mesita de noche lo vio un momento y sus ojos se agrandaron.

-¡Son las siete con treinta minutos!-Dijo exaltada, rápidamente fui a darme una ducha rápida solo tenía treinta minutos para prepararme y estar a tiempo en la empresa, el señor Ivanov odia la impuntualidad o eso me dijo su anterior secretaria.

Me coloque lo primero que vi en el armario un vestido gris y zapatos negros, me hice una trenza a medio lado, esta vez no me maquille no tenía tiempo para eso, eran las siete y cuarenta y cinco minutos tenía tan solo 15 minutos para pasar por la cafetería e ir a la empresa.

Tome mis cosas rápidamente, y salí del apartamento, subí al coche y a toda velocidad maneje hasta la cafetería, impacientemente espera el pedido ya habían pasado diez minutos solo tenía cinco para llegar a tiempo.

Me dieron el café y me monte en mi auto y nuevamente maneje a toda velocidad hasta la empresa, salín del auto y trate de correr hasta la entrada aunque no podía por los malditos tacones.

Entre al ascensor y subí al último piso ya había llegado tarde 5 minutos, no creo que se enoje tanto.

Las puertas del ascensor se abrieron y corrí hasta la gran puerta, me acomode un poco y toque la puerta escuche un breve pase, abrí la puerta y me encontré con el señor Ivanov sentado detrás de su escritorio, parecía haberme esperado.

-Llega tarde Señorita Sevilla-Dijo, me acerque a su escritorio y deje su café allí.

-Yo lo lamento esta mañana no...-Me interrumpió.

-No me importa lo que sucedió esta mañana Señorita Sevilla, llegó tarde y creo que mi anterior secretaria le dejó muy claro eso, si en verdad le importa el trabajo no vuelva a llegar tarde-Dijo muy frío, parecía verse muy molesto, baje la mirada unos segundos y la levanté de nuevo mirándolo fríamente dije:

-En verdad lo lamento señor Ivanov, no volverá a pasar-El frunció el ceño intentando ocultar lo sorprendido por la frialdad.

-Bien puede retirarse-Asentí y gire sobre mis talones y salí de su oficina.

¿Así solía ser con todos? Bueno solo fueron cinco minutos, claro importan, pero es todo un royo, su mirada era helada su forma de hablarme era como si me hubieran echado un cubo de hielo, era muy diferente al hombre que almorzó conmigo.

Me encontraba sentada en mi oficina, programando algunas reuniones y ordenado algunos archivos, me había quitado los tacones son muy molestos y recibí la notificación de un correo.

De: Ayden Ivanov.

Para: Madeline Sevilla.

Asunto: Informes.

Señorita Sevilla necesito los documentos de las nuevas estadísticas en el área de comercio. Por favor.

Me levanté de mi escritorio y fui al archivador de mi oficina donde se encontraban esos documentos.

-¿Descalza? A Veces los tacones suelen ser muy molestos-Pegue un brinquiño por el susto. Mire de dónde provenía esa voz y era de una chica era rubia, ojos verdes, vestía de lo que era unos pantalones negros, una blusa blanca y tacones del color del pantalón-Tu debes de ser la nueva secretaria del señor Ivanov-Siguió hablando-Soy Fabiola-Se presentó.

-Soy Madeline-Dije y ella me sonrió.

-Soy la secretaria del señor Johnson, vengo de parte de él a entregarles estos documentos que el señor Ivanov debe dar su aprobación y firmarlos-Dijo extendiéndome unos documentos que estaban en su mano y yo los tome.

-Está bien, se los entregaré-Dije.

-Bien, adiós-Dijo y se fue.

Después tome los documentos que había pedido el Señor Ivanov junto con los que me había dado Fabiola.

Estaba tecleando en mi ordenador, los últimos informes de las juntas, me dolían los dedos, seguro que a Key le dolerán pero ella ama hacerlo.

-Se encuentra el señor Ivanov-Dijeron y levanté la mirada y encontré a una pelirroja de ojos negros, tenía puesto un vestido muy corto de color verde y zapatos del mismo color, algo me decía que ella y yo no nos llevaríamos bien.

-Si se encuentra, pero ¿Usted tiene cita?-Ella me miró incrédula.

-Yo no necesito cita, ¿No acaso es que no sabes quién soy yo?-Negue-Niña eres muy lenta soy su novia y futura esposa-Eso me tomó de sorpresa, no me lo esperaba, ahora si tiene novia porque dijo que no le importaba almorzar conmigo, eso me enfurecida.

-Discúlpeme no volverá a pasar, puede pasar el señor está disponible en estos momentos-Dije lentamente para poder calmarme estoy más que furiosa. Tan solo pensar en lo habría de hecho la prensa y si se enteraría ella gracias a dios lo peor no paso.

-No te pedí permiso-Dijo y se fue meneando sus caderas de lado a lado. Golpee la mesa con mi puño soltando un quejido.

-Veo que ya consiste a Sarah-Dijo entrando en mi oficina Fabiola.

-Es egocéntrica, mala, exasperante, es horrible-Dije-No la conozco pero ya me cae mal-Dije mirando a Fabiola y ella me dio una sonrisa.

-Ella es hija de uno de los socios de la empresa, ella dice que es novia del señor Ivanov pero el señor nada que ver con eso, solo sale a almorzar con ella cuando viene para no ser cruel-Dijo.

-¿Y tú cómo sabes todo eso?-Pregunte.

-Bueno, digamos que aparte de ser secretaria del Señor Johnson soy su amiga y me lo contó el y el Señor Ivanov no son solo socios si no primos-Aclaro y asentí en modo de que entendí.

-Ah vine a invitarte a almorzar claro, si quieres ir-Me invitó.

-Si vamos ya es la hora-Dije mirando la hora del ordenador.

Estábamos por salir de mi oficina cuando las puertas de la oficina del Jefe se abrieron y allí mostraron al señor Ivanov y a lado de él estaba Sarah.

El señor Ivanov se acercó hasta mí y me dijo:-Señorita Sevilla, puede tomarse su descanso, iré almorzar con Sarah-Dijo este y yo asentí mirándolo fríamente, este frunció el señor y siguió su camino hasta el ascensor con Sarah a su lado.

-Vaya que miradita-Dijo Fabiola.

-vayamos a almorzar-Dije y fuimos almorzar, Fabiola me presento a unos de sus amigos Carlos y Frederick al instante me cayeron bien son muy graciosos.

El resto del día transcurrió en una junta que llevo tres horas fue muy aburrido pero aun así mantenía mi vista en frente disimulando que prestaba todo atención a lo que decían, sentí varias veces la mirada del señor Ivanov pero la ignore.

Se hicieron las seis salí del trabajo, antes de ir a casa pase por la tienda a comprar un despertador, Key no estaba en acá recibí un mensaje en mi celular diciendo que no la espere llegaría tarde.

Ví algunas películas en Netflix y me acosté a dormir.










I Love MadelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora