Capítulo 20.

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" -Vamos a casa Madeline-Le escuché decir a mí mamita qué me tomó de la mano mientras me levantaba de la silla dónde siempre la esperaba. Esa silla era muy incómoda y estar casi todo el día allí lo es aún más, pero todo por esperarla y cuidarla, ese era mí deber.

Caminábamos hacía la salida del hospital, hacía mucho frío mí mamita dice qué son para eliminar las bacterias, pero supongo qué deben de estar bien muertas ya que hacía muchísimo frío.

-¡Mami!-La llamé, ella volteó a verme y me sonrió.

-¿Sí? Cariño-Preguntó.

-¿Podríamos ir a comer helado?-Pregunté emocionada, tenía muchas ganas de ir a comer helado. Nos detuvimos, ella se lo pensó unos segundos y después asintió con una sonrisa y yo sonreí con emoción.

Seguimos caminando y me dedique a mirar detalladamente a mí mamita, estaba muy flaquita y pálida así estaba siempre, no tenía cabello siempre se le caía ella me decía qué eran por los tratamientos de su enfermedad, ojalá que nunca me enfermé porque no me gustarían esos remedios que hacen que se caiga el cabello, a mí me gusta mucho mí cabello.

A veces ella se ponía muy triste por no tenerlo pero yo la alegraba diciéndole que podía peinar el mío y dejarlo crecer tanto cómo ella quisiera.

Mi mami tenía una expresión de cansancio, debajo de sus ojos tenía ojeras pero siempre me daba una sonrisa y me decía qué mí hermanita y yo era lo más bonito que tenía y eso le daban muchos motivos para sonreir.

De pronto se me ocurrió una pregunta que me daba mucha curiosidad. -Mami, ¿por qué mí papá no viene acompañarte?-Ella pareció un poco sorprendida por la pregunta pero qué no dudó en responder .

-Por que tú papi está trabajando y necesitamos el dinero, a demás estoy muy felíz en qué me acompañes-Respondio muy segura, y yo le sonreí muy contenta.

Llegamos a la salida del hospital, podía sentir qué mí cuerpo se calentaba un poco por el calor ya no tenía tanto frío.

Sentí como me toman de un brazo bruscamente separándome de mi mamá, la busqué y ví que estaba tirada en el piso recibiendo golpes de hombres extraños.

Traté de correr hacía ella pero uno de esos hombres me sujetaba a él, trate de deshacerme del agarre pero no podía él era más fuerte que yo.

MAMII!-Grité al ver cómo se retorcía del dolor al ver qué ellos hombres la golpeaban y la pateaban brutalmente.

Lágrimas salían me de mis ojos, trataba de todas las maneras posibles de deshacerme del agarre, pataleaba, gritaba, daba con mis pequeños puños golpes pero era en vano.

-¡MAMAÁ!-Grite pero luego me taparon la boca reprimiendo mís gritos. Solo veía cómo aquellos hombres golpeaban a mí mamita sin piedad alguna.

-Listo, ya estubo bueno-Dijo el hombre que me sujetaba, pararon de golpearla, ella no se movia eso me preocupaba mucho-Esto mí niña es para que tu padre aprenda a pagar las deudas-Me susurró en el oído y me soltó tirando de mi al suelo.

Rápidamente fui gateando rápido hasta donde estaba mi mamita, había mucha sangre, estaba toda esparcida, su labios, nariz y cabeza sangraban.

-Mamita—solté un sollonzo, trate de moverla un poco para ver si despertaba pero no funcionaba.

-Mamita, mamá despierta, no me dejes-La moví un poco más, y ella reaccionó abriendo un poco los ojos.

I Love MadelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora