Desesperanza
Como mi supuesta "novia" Natalie era invitada por mi madre constantemente a pasar tiempo conmigo en la casa.
Carlos la iba a recoger a su casa, la llevaba a la mia y luego la devolvía a la suya. Y así por las dos semanas de vacaciones que nos quedaban.
Natalie tomaba cada minuto del tiempo que pasábamos juntos para orar conmigo y prepararme espiritualmente para mi cita con el especialista.
Tenía revisión con él médico y según salieran mis exámenes él me diría si tenía o no, oportunidad de operarme y recobrar la vista..
Me sentía muy bien anímicamente y esperaba las mejores noticias..
Pero al salir de su consultorio esa tarde después de recibir el resultado de todos mis exámenes mi mundo se vino abajo..
Según el doctor mi condición había empeorado y muy pronto quedaría completamente ciego..
Descorazonado me encerre en mi habitación, me acosté y me dormí. ¡No tenía fuerzas! ¡Ni deseos de oír a nadie..!
¿Que podrían decirme que cambiara mi situación?..¡ya todo estaba dicho!
Por dos días me olvidé del mundo exterior. Y vivía para quedarme a oscuras completamente..
Hasta la poca luz y los rostros aunque no muy claros que veía, los quería olvidar.
No tendría amigos y tampoco soñaria con un futuro en la música. ¡No valía la pena!. Creer en un milagro había sido en vano..
Guardé el libro de oraciones que escribió Natalie para mí y me desconecte de todos. Por primera vez renunciaba a seguir luchando..
Una noche de tormenta con la luz apagada en mi cuarto me hacía a la idea de la oscuridad..¡era horrible!
Deseaba salir de ahí y buscar algo de luz. Aunque fuera poca, era mejor que vivir condenado a olvidarlo todo..
Un rayo iluminó mi habitación y todo se puso blanco. El viento abrió estrepitosamente mi ventana y la Biblia braille que Natalie me había regalado cayó al piso. Cayó abierta en el salmo 71, mi mano fue guiada hacía la Biblia como si una suave mano puesta sobre la mía la dirigiera al verso 20..
Decía: "Me has hecho pasar por muchos infortunios, pero volveras a darme vida; de las profundidades de la tierra volverás a levantarme... Y volverás a consolarme... Por tu fidelidad, Dios mío, te alabaré con instrumentos.. Versos 20, 21,22
Lloré al comprender que no estaba solo. Que lo que el médico me había dicho no era la última palabra. Me di cuenta en mi espíritu que Dios tenía otros planes para mí..
Tomé el teléfono y llamé a Natalie..
Le dije: Dime Natalie ¡Que no voy a vivir toda la vida así!..¡Dime que voy a recuperar la vista!..
Dios me dijo en su palabra que le alabaria con instrumentos..¿Como puedo hacerlo? ¡sino los puedo ver!..
Sí él te hablo..¡No lo cuestiones! Arthur en lugar de preguntarme a mí. Preguntate a ti.. ¿Que es lo que tú crees?
Jesús una vez le preguntó a unos ciegos: ¿Creen que puedo sanarlos?.. Mateo 9: 28
Arthur..¿Tú crees que Jesús puede sanarte.? Esa es la verdadera pregunta..¿Tú crees?.
Yo puedo orar por ti Arthur y creer por tu milagro. Pero ¡si tú no!. ¡No puede Dios hacer lo que tú no crees!. Sin fe..¡es imposible!
¡Ayúdame..!
¡Lo hago Arthur!. Oro y mucho por ti.. ¡Pero ayudate a ti mismo! Pon en práctica lo que sabes..¡Usa la palabra!. ¡Tú ya la conoces!.. es tu arma contra la desesperanza..
Cuando estaba en el hospital mi madre me leía la Biblia y yo fingia no escucharla, pero cuando me tocó a mí actuar. ¡Dios me dejó sola! ¡con mi realidad! y yo le hablé. Como sabía. Como yo era. Como me sentía. ¡Y él me oyó!. Sólo eso bastó y él se apiado de mí.
¡Para ti es lo mismo!. Estás ante tu realidad ¿Ahora que harás? Hundirte en una depresión. Esconderte del mundo y fingir que no existes..
Arthur..¡sé que no debe ser fácil! Lo entiendo, pero por algo Dios me llevó a ti..
Ahora.. Te toca escoger el camino a seguir.. y aunque te quiera mucho y desee estar en tu lugar y creer por ti.. ¡No puedo!
¡Esa es tu desicion!.. Tu oportunidad de levantarte o de seguir huyendo..
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Te esperaba
RomanceUn accidente cambio su vida y le robaba cada día un poco más de fe hasta que sus ojos fueron abiertos y el amor más grande tocó su puerta y le devolvió las esperanzas que había perdido y le señaló el camino correcto de la mano de un Ángel.