Capítulo 11

250 21 0
                                    

Abandono

Para Arthur hablar con Carlos era muy fácil, por eso era mucho más cercano a él que con Fred.

El carácter de Fred era más explosivo. Y no era muy abierto en cuanto a  sus sentimientos.

Pero para Arthur  era su complemento perfecto  en el momento de tocar el piano. Se comprendian a la perfección en cuestión de música y de arreglos, Fred era como su mano derecha. Sabía sin palabras como seguir el compás.

Les gustaba la misma música y coincidían en muchas cosas. Fred era el tipo centrado y maduro que no era Carlos..

Fred era el punto racional dentro de su sinfonía..

Pero en cuanto a su vida personal solo él y Carlos sabían lo que realmente  había pasado con sus padres. A todos les habia dicho que su madre habia muerto.

Esa noche en su habitación Arthur oraba pidiendo a Dios sabiduría.  La necesitaba para poder ayudar a sus amigos..

Sabía el propósito de Carlos y tenía claro como ir orientandolo en su deseo de conocer a Dios.

Pero meter a Fred en una conversación donde el nombre de Dios fuera el centro, no estaba seguro de que Fred se lo permitiera  y le preocupaba como reaccionaria..

Mientras él  oraba por ellos Dios lo llevó al día donde Fred llegó hasta su casa desesperado y le contó que su padre se había encerrado en su cuarto y tenía horas de no salir..

Su madre se había ido de la casa abandonando a su padre y a ellos también,  para irse con un diácono de la iglesia a la que ellos asistían.

Tenía miedo que su padre hiciera  una locura..

Fred estaba muy angustiado y lloraba..

Fred le narro  a grandes rasgos lo que había pasado en su casa:  Arthur..cuando llegamos a la casa con mi padre. El llamó a mamá y al no responder la buscó en la cocina. Hallando en la mesa de la cocina la nota que le había dejado mi madre diciéndole que se había enamorado de ese hombre  y que se iba a vivir con él.

La leyó y después salió de la casa para ir a buscar al pastor. ¡Estaba furioso.!

  El hombre que se había llevado a su esposa era el mismo  consejero que se suponía iba a ayudarlos a solucionar sus problemas como pareja.

¡Era el diácono!.  Un hombre de confianza del pastor.  El mismo se lo había recomendado. ¿Como era posible que le hubiera hecho algo así?

Al llegar; el pastor en lugar de disculparse y comprender como se sentía mi padre y  entender su indignación,  lo culpó de lo que había hecho su esposa, del hecho que se fuera  con ese hombre.  Le dijo que él era el responsable de la huida de mi madre.

En lugar de ayudarlo ¡lo hizo sentir peor.!

Mi padre volvió a la casa  y se arrodilló a los pies de su cama  con la Biblia frente a él y la abrió.  Después de leer lo que decía,  se encerró en su cuarto y no a salido de ahí..

Yo fui a buscar al pastor para que lo ayudara y me dijo que mi padre estaba siendo reprendido por Dios. Por ser un mal esposo..

Te esperaba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora