VI

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—No. Es no —declaro Aizawa, mientras acomodaba los libros en el estante de la biblioteca.

—¡Pero!

—Sabes bien que el usar tus poderes para fines egoístas no es algo que alegre a Dios —le regaño aun con la vista en la estantería.

—¡Pero lo juró, no fue de forma egoísta maestro! —chillo Uraraka.

—Lavar los trastes sucios no es un acto que necesite de los poderes celestiales, tú mejor que nadie debe saber Ochako —la joven ángel se cruzó se brazos e hizo un pequeño puchero cual niña pequeña siendo regañada por su propio padre, Aizawa en cambio solo suspiro— Como sea, si has venido a dejar el informe de tu misión puedes dejarlo en la mesa del escritorio, por el momento me encuentro ocupado.

—¿Maestro? —le miro extrañada Ochako— ¿Acaso la encargada de este sitio no es Miss. Joke?

—Por el momento yo le ayudare en algunas cosas —respondió sin animo alguno de confesarle que había sido pillado por ella, y como castigo le había hecho cuidar la sala por un mes. Al menos en lo que se refiere a la organización de los libros al mantenerlos en su respectivo lugar.

Haciendo caso de sus palabras Ochako dejo el pergamino en la mesa y sin más desapareció.

Aizawa detuvo sus quehaceres un poco más aliviado ante su partida.

Ya que después de todo aun podía recordar claramente lo que había visto al tocar el libro, sin embargo el verle de regreso género que se esfumaran sus preocupaciones al menos un poco.

—¡Aaaaaaizawa! —escuchó la entusiasta voz de Mic cuando entro en el recinto.

Demostrando así, que su atributo musical no era solo un simple alarde — ¿Cómo estás pasando tu castigo mi querido amigo? —preguntó juguetonamente el rubio tratando de darle un abrazo por atrás, cuestión que pudo haber logrado si Aizawa no le hubiese esquivado.

—¿Quieres guardar silencio? ¿Acaso no sabes en donde te encuentras? —le reprendió Shota.

Mic amplio su sonrisa tras haberse llevado una mano al mentón, mientras "pensaba" con detenimiento.

—Así que ahora hablamos de reglas ¿No? —mostro su aperlada sonrisa tratando de molestar un poco a su compañero y amigo.

—Si realmente no viniste a nada en particular vete.

—¡Pero que cruel! ¡Claro que he venido por una buena causa! Quería saber cómo te encontrabas —codeo el hombro del arcángel para sorpresa de Shota quien no había notado su rápido acercamiento— ¿Y bien? ¿Ya te sientes mejor ahora que tu pupila ha vuelto a casa? —alzo ambas cejas mientras seguía con su imperturbable sonrisa— ¡Oh vamos no pongas esa cara, ella ha vuelto! —palmeo su espalda tras soltar una carcajada— Shota no has cambiado para nada sigues siendo como mamá gallina con cada uno de tus polluelos —volvió a reír, sin embargo algo en el mutismo de Aizawa le hizo callar de inmediato— ¿Sucedió algo?

✞ ゜・。。・✥・。。・゜✞

—Así que estas estudiando ¿Eh?

Bakugo casi cayó de la silla al escuchar la voz de Ochako, quien había aparecido de la nada a un costado de él.

—¡Qué demonios! —alzo la voz— ¡¿Acaso no conoces las puertas maldición?! —sin embargo Ochako solo rio— ¿De qué te ríes? ¡¿Acaso te estas burlando de mí?!

—Oh, vamos, ¿Quieres dejar de estar a la defensiva? Ya te lo dije, soy tu ángel de la guardia y he venido a ayudarte.

—¡Pues más que un ángel pareces una plaga! —se rasco la cabeza, mientras regresaba la vista al libro— Además —recordó— ¿Quién te dio permiso de ir y venir dentro de mi casa como si nada? —giro la vista hacia ella solo para encontrarse con el rostro de la joven ángel a un lado— Tu...

—Parecen ejercicios difíciles —soltó al aire Ochako sin querer— Sin embargo estoy segura que podrás hacerlo muy bien —sonrió satisfecha.

Bakugo regreso la vista al frente un tanto inconforme por sus palabras, era, para él, una sensación extraña —Por supuesto que lo haré bien, no tienes por qué decirlo, después de todo es un hecho —declaro de mala gana, mirando por el rabillo a su acompañante, está siguió con su imperturbable sonrisa.

—¡Esa es la actitud!

—Pero... ¿Qué demonios? —murmuro.

—¿Sucede algo? —preguntó Ochako.

—Tu actitud —hizo una pequeña pausa, mientras se cruzaba de brazos— Es más molesta que de costumbre.

—¿Qué? —a pesar de que en los labios de Ochako seguían mostrando una amable sonrisa, pequeños surcos aparecieron cerca de su entrecejo.

—Bien, siempre eres molesta y de un día para otro vuelves con esa actitud amable —hizo una mueca de asco.

—¡Serás un...!

Ante su respuesta Bakugo sonrió —¡Exacto a eso me refiero! —se burló.

—¡Pero que grosero!

—Mira quién habla —se volvió a burlar.

Ochako solo apretó sus manos vueltas puños y se reprendió a sí misma, sabía que ese humano solo quería sacarla de quicio para que desistiera en su misión.

Así que después de tomar una bocanada de aire y meditarlo por unos segundos volvió a la "normalidad" —Como sea tienes que estudiar, ya no te interrumpo más —dio su respuesta final a la discusión, sin embargo antes de poder irse su muñeca fue tomada por Bakugo.

—Tu....

Entonces fue interrumpida su discusión por el llanto de Izuku, quien se había despertado por el ruido de los dos.

—Rayos —soltó su mano para levantarse de la silla, pero para su sorpresa Ochako le detuvo.

—Está bien, déjamelo a mí —se apuntó así misma confiada.

Bakugo solo le miro por unos segundos —Ni de coña, que en esa ocasión lo hayas cuidado fue porque hiciste trampa.

—¡Pero debes admitir que lo hice bien! —refuto.

—Pero yo soy el padre y estoy aquí así que yo debo...

—Exacto, ya que estas aquí podrás supervisarme y al mismo tiempo podrás seguir estudiando ¡Era de esperarse de alguien con tu intelecto! —aclamo. Bakugo solo chasqueo la lengua.

—Bien como sea, pero a la primera lágrima te largas.

—¡A la orden!

Fall in Love 【Kacchako】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora