—¿Así que quieres saber sobre el libro de los registros Mic? —hablo Miss. Joke, mientras acomodaba los nuevos pergaminos para la sala de suministros. Mic asintió, a un lado de la mujer— Supongo que ya lo sabes —empezó la arcángel— El libro de los registros como su nombre lo indica no es un libro normal ni mucho menos común. En el se hallan todos los registros históricos que han habido y por supuesto habrán en su momento ¿Sabes dónde nos encontramos? Esta enorme sala donde cientos de miles de pergaminos son resguardados solo son material para el libro de los registros. Escribiéndose una y otra vez. Anotando lo que será, lo que fue y lo que es, este se reescribe hasta que el futuro correcto es alcanzado —bajando del estante fue hacia él— Pero eso ya lo sabes, entonces arcángel Mic que es lo ¿Qué exactamente quieres saber?
Mic paso saliva, no era algo fácil de decir, sin embargo sabía que necesitaba una respuesta para calmar la impaciencia de Aizawa quien en cada visita de su pupila sentía crecer aún más su preocupación.
—Lo que es, lo que fue y lo que será. Sin lugar a dudas un libro único de su clase —sonrió aunque su voz sonaba más pesimista de lo que su expresión mostraba— Cuando se habla de lo que fue y lo que será suele ser interpretado como los registros del pasado y del presente dejando al futuro como la incertidumbre o la propia esperanza hacia un nuevo y brillante futuro. Sin embargo también confiere al registro inamovible e imborrable de lo que no se puede cambiar.
—Mic —la voz de Miss. Joke se tornó severa.
—Perdona, sé que esto lo sabes a la perfección. Sin embargo para poder formular mi pregunta de la forma correcta debo guiarte hacia donde quiero ir —hablo Mic solemne, Miss. Joke suspiro dándole la señal de que prosiguiera, el rubio retomo el hilo de la conversación— El libro no solo contiene El registro de la humanidad sino de cualquier ser vivo existente. Entre ellos nosotros, los inamovibles; los ángeles, arcángeles, serafines, querubines, tronos, virtudes, potestades y principados. Al igual que los humanos tenemos la forma de Dios, sin embargo a diferencia de ellos nos mantenemos perpetuos ante nuestra perfección. El cambio no es una opción para nosotros. Nuestra existencia perfecta no nos permite experimentar lo que los humanos llaman libre albedrío y por ende equivocarnos como aprender de nuestros errores. Es por ello que nuestros registros se mantienen fuera del alcance del tiempo, no como los humanos que reescriben una y otra vez su futuro, el nuestro ya está marcado —Miss. Joke aguzó la vista, el tema empezaba a tornarse algo incómodo para ella— Sin embargo Miss. Joke ¿Que sucede cuando la sección entera de un ángel desaparece?
—¿Qué quieres decir?
—En el libro de los registros cada ser vivo se encuentra anotado en una sección. El rumbo que tomó, el rumbo en el que está y el que tomara. Algo que pasa con cualquier creación que no sea perpetuo como nosotros. Pero si la sección de un ángel desapareciera ¿Por qué razón podría deberse?
—Vamos no blasfemes en un lugar sagrado —rio Miss. Joke— Eso es imposible. Los ángeles como lo has mencionado son perfectos por ende el que estén en el libro de los registros como los demás subordinados de Dios solo es un tipo de registro. El cambio no es algo inherente a nuestra existencia. No puede simplemente desaparecer.
—¿Está segura de ello?
—¡Claro ya que eso es...!
En ese instante un estruendo se escuchó, Miss. Joke voló hacía donde estaba segura provino el ruido. Detrás de ella le seguía muy de cerca Mic.
Mic pudo reconocer el lugar al que se dirigían. Ya antes había estado ahí con Aizawa. Tratando de no pensar demás la expresión de Miss. Joke no le ayudo al tornarse completamente sería.
Cuando al fin llegaron a la sala donde el libro de los registros de encontraba este se hallaba en el suelo.
Observando así como las páginas empezaba a moverse de forma estrambótica e irregular.
La pluma que flotaba en el aire se había detenido de escribir.
—Esto... —pronunció Miss. Joke al acercarse con cautela. Era como en indicio de un mal presagio que solo empeoro al ver como varias de sus hojas empezaron a desvanecerse. Entonces recordó las palabras de Mic. El libro de los registros, como tal mantenía en orden el nacimiento de cada alma junto con el destino que estaba destinada a cumplir. Cuando un ser vivo moría su memoria permanecía perdurable en el libro, pero en esta ocasión sus hojas estaban empezando a desaparecer.
Tratando de tomarlo con sus manos, observo con asombró como el libro empezaba a brillar y de este empezaba a emanar la ambrosía mágica de la cual se había creado el mundo. Notando a su vez como las páginas oscilaban sin dirección alguna. Regresando y siguiendo hacia adelante en busca de un pasaje en particular.
Los ojos de Miss. Joke se abrieron un poco más de la cuenta cuando el libro dejo de mover sus hojas, deteniendo en un apartado en específico. Cerrando el enorme libro con fuerza trato de estabilizar la energía que emanaba al sincronizar la frecuencia de su alma con la suya a pesar de aún seguir intrigada por lo acontecido.
Sin embargo poco pudo hacer para contenerlo ya que pronto este se liberó y floto en el aire.
La pluma que se había detenido de escribir se colocó encima de las hojas en blanco.
Escribiéndose y borrándose una y otra vez, oscilando en el mar de posibilidades por primera vez después de siglos el destino de un ángel era reescrito.
—Lo que ha sucedido con el libro —empezó la arcángel— tengo un mal presentimiento.
Mic cerró los ojos tras llevar su mano a su mentón, mientras pensaba, por supuesto que pensaba que había una gran posibilidad que hubiese conexión entre lo que le había dicho Aizawa y lo que había pasado. —Tal vez solo estoy pensando las cosas demasiado. Pero esto no había pasado desde hace siglos.
—Miss. Joke...
—Nosotros los más cercanos a Dios no podemos cambiar. Nuestro destino va más allá de las leyes naturales del cambio. Solo uno de nosotros puede cambiar cuando este deja de existir o cae bajo el propio peso de sus pecados. Sin embargo —trato de reír, pero su risa salió escueta— Por favor no se lo digas a nadie hasta que averigüe más del asunto.
Y por supuesto que no diría ni una sola palabra, porque después de todo lo que menos quería era preocupar a Aizawa más de la cuenta, ya que aunque mantuviera su semblante impávido sabía a la perfección que ese hombre tenía un corazón amable.
En ese momento solo pudo pensar en ella, y recitar su nombre al menos en su mente.
"¿Ochako que tanto estarás haciendo, pequeña?"
Mientras tanto la joven ángel de hermosos ojos avellana estornudo sin saber porque.
—Parece que has pescado un resfrío —declaro Bakugo mientras se servía un poco de arroz.
—¡Eso es imposible!
—Entonces tal vez alguien está hablando mal de ti.
—¡Claro que no! Que grosero.
—Con lo metiche que eres no me sorprendería que fuera así—sentencio antes de darle un sorbo a su oden.
Mientras el pequeño Izuku reía por tan ameno ambiente. En medio del frío invierno los tres bajo el mismo futon compartiendo la cena.
Una sensación nostálgica que dejo mirando a la nada a Ochako.
—¿No comerás?
—¡S-si! —dio el primero bocado, como de costumbre saboreando cada pequeño detalle.
—¡Mmm! ¡Delicioso! Debo darte el crédito si quisieras abrir tu propio negocio de comida aquí tendrías a tu cliente número uno.
Como respuesta Bakugo solo rio.
—¿Sabes? Nunca me imaginé compartiendo mi cena con un ángel, es más nunca ni en mis peores sueños pensé que los ángeles podían comer.
—Ni yo —musito la chica.
—Si fueras alguien más pensaría que eres una chica común y corriente.
"Una chica común y corriente ¿Eh?" "Pero... ¿No lo soy o sí?"
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Fall in Love 【Kacchako】
Fanfictie¿Qué pasa cuando mueres? Uraraka Ochako vivió una vida humilde desde que tuvo razón de ser, trabajo arduamente día a día, sin embargo fue tan avara consigo misma que un día su forma de ser le cobro una mala jugada, todo debido a que no quiso encende...