CAPÍTULO FINAL.

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Un año después.

Los gritos de Jin, se escuchaban en toda la habitación.

- ¡Ya sueltalo!.

Tiraba de mí pierna, para sacarme debajo del cuerpo de Jungkook.

- Sólo cinco minutos más, déjame hacerle la despedida de soltero.

- ¿Cinco minutos?, Qué poco duras, además, hiciste mucho anoche, y no, ni cinco, ni tres ni nada, llegarán tarde.- Jungkook, le miró y le enseñó el dedo del medio.- ¡Taehyung!.

Suspiré- Basta, se hará tarde, hay muchas cosas por hacer.

El pelinegro bufó antes de salirse de arriba mío.- Está bien.

Acomodé mí ropa cuando me levanté.- Nos veremos pronto.- le dí un beso antes de salir.

- No llegues tarde.- escuché antes de cerrar la puerta.

- Es un idiota.- se quejó Jin.

- No seas malo.

- Está bien, no soy malo, pero debes admitir que es demasiado protector.- me reí.- te ríes porque sabes que es verdad, ¿Cómo pudo hacerse pasar por el stripper?, Eso ya es otro nivel.

- Ya, seguro que Nam, haría lo mismo.

Si, después de mucho tiempo, Jin, perdonó a Namjoon.

- Estoy seguro que no, porque sabe que se quedaría sin su gran y grueso pe...

- Demasiada información.- le tape la boca.

- Ne..- terminó de completar.

Ambos reímos.

Hablamos hasta llegar a la casa de Jin, ahí se encontraba Yugyeom, quién también estaba demasiado nervioso, y no entendía por qué.

- ¡Por fin llegan!.- gritó metiéndome en la habitación principal.- hay mucho por hacer y queda poco tiempo.

- Estamos con tiempo de sobra.

Jin, me pegó en la cabeza.- ¡Vas a casarte en menos de dos horas!, Y todavía falta la sesión fotográfica antes de que vayas a la iglesia.

- ¿Podemos saltear eso?.- me sobe cuando volvió a pegar en el mismo lugar.- o no, mejor no.

- Eso quería oír.

Si, hoy iba a casarme con Jungkook, la persona que más amo en el mundo.

Tardamos más de media hora con el maquillaje, Jin, lo cambió varias veces, ya sea por qué me movía o por qué me reía y se corría el maquillaje, así también fue que recibí varios golpes.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, cuando me miré en el espejo, la imagen de mamá vino a mí mente, entendía a mis amigos, ella hubiese estado igual o peor que ellos.

- No, no, Kim Taehyung, hoy nada de llantos.- Yugyeom, habló.

Volteé a mirar a los chicos, ellos estaban de brazos cruzados.

- Gracias chicos.- dije antes de abrazarlos.

- Siempre estaremos para ti, bebito.

- Somos una familia, Tae, recuerda eso siempre.

Asentí, y sequé una pequeña lágrima que se escapó.

El timbre se escuchó y Jin sonrió.- ¿Estás listo?.

Asentí.- Sí, estoy listo.

Fuera de la casa, había un hermoso auto, con moños decorandolo, esperándome.

Mí desafortunado amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora