Pasaron los días y mi mente todavía divagaba en la respuesta a la pregunta que siempre me formulaba mi chico cada vez que me veía.
Se estaba volviendo algo irritante, pero extremadamente tierno, puesto que a cualquier cosa que yo decía, él sacaba «disimuladamente» el tan dichoso tema. Como el otro día, el cual estaba haciendo mis actividades de la universidad mientras él solo me observaba.
—¿Me pasas mi calculadora, por favor? Estoy enredada en este ejercicio.
Se levantó y tomó la calculadora, entregándomela para volver a sentarse a mi lado.—¿Sabes en que también estas enredada? En tu decisión de irte a vivir conmigo.
—Oh cariño, por favor... Te he dicho varias veces que tienes darme un poquito más de tiempo para pensarlo bien, ¿sí?
—Está bien, está bien, aunque no sé porqué lo piensas tanto. Si te vienes a vivir conmigo, no tendrás que seguir pagando tu sola el departamento, ni tendrías que seguir trabajando tanto en esa cafetería; tendríamos más tiempo para vernos así sean solo unas horas en la noche, pero las tendríamos.
Suspiro y le acaricio el rostro con una mano.—Tienes razón en todo, Min y no sabes cuánto deseo vivir contigo y verte más a menudo, pero... Tengo un poco de miedo, ¿vale? Solo déjame pensarlo un poco más.
Mi chico asintió y se resignó a seguir insistiendo esa noche. Y como esa, hubieron unas más, hasta que un día después de una absurda discusión, para poder aplacar su temperamento, le dije que sí. Su rostro fue sorpresivo y no evitó sonreír de felicidad. Adoro su sonrisa, es muy tierna e inocente cuando se lo propone y te dan ganas de ponerle crema batida encima y comértelo todo.
El día de la mudanza, tomo mi bolsa con las cosas más importantes y observo las cajas apiladas en la pequeña sala de mí ya antiguo departamento. Alguien toca mi puerta y no necesito observar por el orificio de esta antes de abrir, porque sé que es mi YoonGi.
Al entrar, el chico me sonríe de oreja a oreja y me besa cortamente, emocionado por nuestro nuevo comienzo. Toma mi bolsa y me saca prácticamente a patadas de la casa, montándome en el auto para conducir a nuestro nuevo hogar. Cuando YoonGi se estaciona en el departamento, siento un nudo de emociones en mi garganta. Lo haremos; esto significa un enorme y arriesgado paso en nuestra relación.
YoonGi abre la puerta del departamento y yo doy aplausos emocionada mientras observo todo el interior con júbilo. Mi chico se ríe por mis reacciones exageradas, pero es que ¡esto es una pasada! El departamento, a pesar de ser algo pequeño porque sinceramente, no me gustan las casas grandes, es realmente acogedor y espacioso. Aunque aún le falta decorar todo.
YoonGi pensó en contratar a una diseñadora de interiores, pero yo me negué rotundamente, puesto que prefiero hacerlo a la antigua y hacer todo nosotros dos. Pienso que es más divertido y romántico pintar y colocar nuestras cosas en nuestro nuevo hogar. ¡Nuestro! Todavía es algo abrumador porque, en tan solo unos pocos meses de relación ya estamos viviendo juntos, y temo que algo grave entre nosotros pueda llegar a ocurrir por el simple hecho de ir demasiado rápido.
ESTÁS LEYENDO
🍒 Relatos Eróticos. BTS.
FanfictionPreciosa, acá encontrarás tus mejores fantasías. ________________________ ACLARACIÓN IMPORTANTE: En este fanfic no se busca ofender ni incomodar a los artistas. Tengan en cuenta que al escribir sobre ellos, se toman como modelos que interpretan a u...