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ACLARACIÓN IMPORTANTE: En este fanfic no se busca ofender ni incomodar a los artistas. Tengan en cuenta que al escribir sobre ellos, se toman como modelos que interpretan a u...
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«T/N» «Mi bebé es muy gordo. ¿No es una ternura, T/N?» « ¡T/N! ¡T/N! ¡Sebastián ya gatea!» «Deberías tener un bebé, T/N. Mi pequeño Dal Po me ha alegrado la vida.» ¿Me voy a volver loca? Sí.
No entiendo por qué ahora todas las personas de mi alrededor me presumen de sus hijos, y me hacen ver cómo una lagartija sin corazón. Piensan que he estado mucho tiempo de casada con Jimin, y que ya es hora de que traiga otra criatura al mundo. Dos años han pasado desde nuestra boda, y si sigo escuchando más comentarios de ese estilo, en poco tiempo dejaré a Jimin viudo.
Aunque creo que ya me volvieron lo suficientemente loca como para planear las maneras de quedar embarazada. Sí... Eso es lo que ahora mismo estoy pensando.
Y justamente, me encontraba en casa de mi amiga Ha Neul. Y cómo no, estaba con sus dos bebés... Mellizos. Debo admitir que estar con ellos casi toda la tarde me ha hecho enamorarme un poco más de los niños y de sus extremas ternuras. Los pequeños de Ha Neul cuentan con siete meses, y son unos hermosos sonrientes.
—Te ves muy bonita con un niño en tus brazos, T/N. Es como si fueras experta en ello.
—Los bebés nunca me habían llamado la atención. Creo que en algún punto de mi vida había pensado en no tener hijos nunca... Pero creo que ya me estoy haciendo muchas ilusiones con uno propio.
—Sería muy tierno verte a ti y Jimin con un pequeño entre los dos.
No pude evitar crear una escena en mi mente en donde estaba alimentando a un pequeño idéntico a Jimin, el cual sonreía con sus lindos ojos y me hacía reír con sus cosas de niños. En esa imagen, Jimin llegaba y nos abrazaba a los dos, jugando con su pequeño para luego, después de la cena, dormir los tres juntos en nuestra habitación.
Casi tengo un colapso emocional. Y definitivamente, ese pensamiento junto con las palabras de mi amiga, me hicieron afirmar un pensamiento: haría un bebé con Jimin.
Durante el camino a casa cuestionaba si decirle sobre mi plan a Jimin o no. Creo que decirle sería lo justo, porque él también tiene derecho sobre decidir cuándo y cómo tendremos nuestros hijos. Pero por otro lado, el miedo a que rechace mi oferta hace que quiera esconder mis ideas. En la casa se escuchaba una suave voz cantando desde la cocina, y entonces me emocioné y excité extremadamente, puesto que el proceso de crear bebés es muy entretenido. Y más si es con el sexi hombre que tengo por esposo.
Al llegar a la cocina, sonrío al verlo concentrado en la cena mientras asaba una carne y preparaba no sé qué es. Carraspeo ligeramente para que se percate de mi presencia y cuando lo hace, su característica sonrisa se hace presente, haciendo que me enamorara de él una vez más. Amo verlo sonreír.
—Hola, cariño. No me di cuenta cuando llegaste. ¿Cómo estuvo tu día con Ha Neul?
—Estuvo bien, bonito. Estar con sus mellizos fue muy divertido y enternecedor. ¿Cómo estuvieron las prácticas? ¿Y los chicos?
