Preciosa, acá encontrarás tus mejores fantasías.
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ACLARACIÓN IMPORTANTE: En este fanfic no se busca ofender ni incomodar a los artistas. Tengan en cuenta que al escribir sobre ellos, se toman como modelos que interpretan a u...
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Como cada año, era tu cumpleaños. Común, ¿no?
Pero, ¿qué tenía este de especial que te hacia esperarlo con ansias? Exacto... Eras la afortunadísima mejor amiga del famoso Park Jimin. ¿Qué cómo paso? En retrospectiva, hace exactamente un año, puesto que lo habías conocido el día de tu cumpleaños, luego de una tarde horrible llena de caos, gritos y discusiones, acabaste divagando en un bonito parque de Corea, sitio el cual habías escogido con ilusión para pasar el día de tu natalicio.
Todo eso lo habías planeado un mes antes con tus amigos, los cuales decidieron firmemente darte un viaje a Corea como presente. Lo que pensaban iba a ser un viaje lleno de diversión, amistad y felicidad, terminó por convertirse en un absoluto desastre, y todo por una simple relación. En resumen, todo se fue al lavabo porque tus dos mejores amigos decidieron terminar ese mismo día.
Te detuviste unos segundos y tuviste que cerrar los ojos para aclarar tu vista y darte cuenta de que estabas jodidamente perdida. ¿Algo mejor de cumpleaños? Una tormenta no vendría mal.
Dejaste de pensar en tonterías y buscaste la manera de guiarte en un país desconocido, con un lenguaje muy poco conocido y de noche, pero para tu mala suerte, al cabo de media hora seguías jodida y desastrosamente perdida. Media hora más y le agregaste a jodida y desastrosa un gigantesco "atemorizadamente".
Por suerte no era tan tarde, seguía siendo tu cumpleaños y las calles estaban concurridas, algo que le agradeciste al cielo y le pediste además que algo bueno te sucediera... Sin duda el cielo te quería muchísimo, porque cruzó en tu camino a la persona más maravillosa que habías conocido. Un chico con una mascarilla negra se había acercado a ti, y juraste que era tu fin. Ya veías tus órganos distribuidos por toda Asia.
—Hola... ¿Te encuentras bi...?
—¡Por favor no me secuestres! ¡Mis órganos no te van a servir! ¡Como mucha comida chatarra, no hago nadita de ejercicio y creo que tengo cálculos en mis riñ...!
—Oye, oye, tranquila. No entiendo nada de lo que dices... You speak English? Yo tampoco así que no servirá.—esto último lo dijo en un murmuro, que entendiste a la perfección.
—Emm... A ver, coreano... Nalul nabchijachi-
El chico suspiró, y supusiste que tenía una gigante sonrisa debajo de ese tapabocas.—¡Hablas coreano! ¡Qué alivio! Espera... ¿Secuestrarte? Bromeas, ¿verdad?
—No... Verás, es muy normal que te hayas acercado de repente, con una mascarilla que no me deja ver quién eres, a preguntarme si estoy bien.—enumeraste de forma irónica, aligerando un poco el cuerpo a medida que ibas congeniando con el chico.
—Y por eso creíste que te iba a secuestrar, eh.
—Bueno... Yo vi una serie donde un hombre con una máscara fea secuestraba y mataba a desconocidas en la misma calle. Y fue una serie coreana...
