Todo mejoraba

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Mientras me duchaba despues del buen maratón de sexo que había tenido con mi esposa toda la noche,solo podía esperar que el domingo pasara rapido para asi el dia Lunes poder llegar al trabajo,me encontraba nuevamente feliz y motivado.

Mi esposa se encontraba igual de feliz que yo,supongo que inconcientemente mi caracter se habia nublado sin darme cuenta por la perdida de mi hija,pero ahora que mi trabajo estaba funcionando tan bien y en mi casa igual,mi esposa era un claro reflejo de como me sentía.

EL día lunes había llegado rapidamente,estaba ansioso por empezar,al llegar Gabriela no se encontraba aun en su escritorio,me decepcioné un poco pero logré dejar de pensar en eso al ver la hora,aun era muy temprano para que ella estuviese acá.

Preparé mi café en la sala de descanso para empleados,a pesar que siendo jefe teníamos otra sala con mejor café para nosotros no iba ahi debido a que siendo jefe de recursos humanos lo menos que podía hacer era,bueno,eso,ser mas humano y ser como los demas, empezaría con quitar la sala de descanso para los jefes,no debía de haber diferencia de tipos de cafés entre empleados-jefes.

Mientras divagaba de como presentar la idea al presidente de la compañía, Gabriela apareció,como era usual con su cabello suelto,largo y liso sobre sus omoplatos,estaba mas linda que el viernes.

-Buen Día Señora de Rivas

-Buenos Dias Señor Alcanzar.

El humor de Gabriela era frío ahora ,se notaba en la forma que me habia saludado decidí que mejor no la molestaría o la buscaría por este día,a veces es mejor darle el espacio a los empleados sino podrian darse a malas interpretaciones y probablemente Gabriela ya pensaba que yo andaba buscando algo asi y no podia hacerse esas ideas por que nisiquiera yo sabia que deseaba con ella.

-Rodrigo...

-Nos vemos luego,Gabriela.

Salí apurado del cuarto dejandola con la palabra en la boca,sospechaba lo que queria decirme pero  no dejaria que pasara un momento vergonzoso al tener que según ella rechazarme.

Gabriela era hermosa y sí,me atraía y sentía algo que nunca habia sentido por nadie,pero eso quedaba hasta ahí,ni loco dejaba a mi esposa y nuestra amada y única hija por nadie más,sin importar que fuese mi alma gemela. 

Por que sí...Gabriela era mi alma gemela,lo había sentido en el momento que me vio por primera vez,a pesar de todo no estaba dispuesto a cambiar nada de mi vida ni siquiera por ella,yo solo quería una parte de ambos mundos,tenerla a ella pero a mi esposa también.

Fuiste MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora