Definitivamente ese pedazo de imbécil de Luis no merecía a Gabriela,ella era hermosa tal cual era y este momento se veía incluso despampanante,el comentario de Luis hacía mi mujer fue mal recibido y mal visto por todos,Gabriela se encontraba igual de avergonzada,sus mejillas estaban rojas y por su mirada sabía que estaba molesta.
-Buenas noches Señor y Señora Alcanzar,Les presento a mi esposo Luis.
Pude notar el re ojo que le lanzo Luis a Gabriela con disgusto pero no tuvo de otra más que aceptar la mano que le ofrecí,al saludarnos apreté su mano un poco mas fuerte de lo usual para que supiera que era un imbecil.
Mi esposa decidió no saludarlo y solo le dio una sonrisa amistosa para pedirme luego que nos sentaramos por que se econtraba cansada,al ser uno de les jefes tenía que sentarme en otra mesa,lejos de Gabriela quién me lanzo una mirada de disculpa y sonrió hacía mi esposa, abracé más de cerca a mi mujer y le dí un beso en su mejilla para luego retirarnos,no entendía por que cuando veía a Gabriela me comportaba mas cariñoso con mi esposa, había sido asi desde que empezamos a trabajar juntos,nuestro sexo no había cambiado,incluso era mas común ahora que lo hicieramos mas seguido en cualquier momento del dia que nos vieramos,la relación había mejorado bastante,amaba a mi esposa aun más ahora,sin mencionar que mi pequeña hija Mariana me traía como loco embobado siguiendola cuando gateaba.
Mi vida había mejorado y no podría pedir ningun cambio, jamás dejaría a mi esposa,a pesar que deseaba tener a Gabriela conmigo, enserio quería a las dos conmigo.
