Capítulo 19 - TLP

88 1 0
                                    

La cara me ardía de una manera insoportable, tenía los ojos hinchados y ojeras debido a que hace dos días que no salía de mi habitación. No tenía ganas de comer, mucho menos de hablar con alguien. Jake se había encargado de llevar a Fernanda donde sus abuelos por estos días. 

Intentaba pensar el por qué cuando por fín las cosas comenzaban a andar bien después de tanto tiempo, todo se volvía a arruinar. Mis ganas de levantarme se perdían en una incontrolable tristeza. Sentía como que me ahogaba, como si todo mi alrededor me diera vueltas.

 Las lágrimas comenzaban a brotar de mis ojos nuevamente, tenía miles de recuerdos que me estaban matando. ¿Esté ere el costo de los buenos momentos?. Pensaba una y otra vez en que daría lo que sea por volver a ser yo. Esa muchacha indefensa que bien poco sabía de la vida, pero que a pesar de todo... era feliz. 

-¿Isabelle? -Escuche la débil voz de Jake al otro lado de la puerta. No respondí- Por favor, abre -sonó débil, de verdad lo sonó y entonces me preocupé, tenía miedo de que estuviera sufriendo por mi culpa, pero para ser sincera, esto era algo que me involucra a mi y a nadie más que a mi- necesito hablar contigo.

Y ese ''necesito hablar contigo'' a parte de sonar como una súplica, hizo que abriera la puerta, para luego volver a la cama. 

Quedamos en un silencio totalmente incómodo, él se sentó al borde de mi cama, y yo solo me envolví en las sabanas, claro que estaba observando, él me miraba fijamente, con los ojos hinchados.

-Lo siento -susurró- de verdad lo siento -Lo quedé mirando y entonces todo se volvió confuso para mí, me senté en la cama de forma que quedáramos frente a frente-

-Jake, tú no tienes la culpa de nada, tienes que entender que aquí la única que se hace daño, soy yo y no quiero involucrarte a ti en esto.

-Pero ya lo hiciste -levantó la mirada y entonces noté que estaba a punto de romperse- Bell, yo no quiero herirte, yo quiero ayudarte, esto que te haces no esta bien, por favor déjame ayudarte, podemos consultar con un psicólogo...

-¡yo no necesito de nadie para salir adelante Jake!

-Bell, sabes que sí, de seguro estás creyendo que te estoy tachando de loca, pero no es así, lo único que quiero hacer es ayudarte, Bell, yo no te dejaré sola, sé que fue muy difícil para ti salir de esto sola, sin ni siquiera el apoyo de tus padres... No sabes como te admiro, cualquier persona en tu posición... -se acercó un poco a mi, y con sus manos elevo mi barbilla-  cualquier persona, ya no estaría en esta vida, se que te sientes débil, pero eres muy fuerte, porque si no lo fueras, no estarías aquí, lo único que quiero para ti es que tu existencia en esta vida, sea plena y feliz, y... cortandote no lo serás, necesitas ayuda, Bell por favor -me miraba fijamente-

Sus palabras eran sinceras y eso si lo podía asegurar, por la simple razón, de la transparencia que me mostraban sus ojos y entonces lo ví todo. Tenía razón, necesitaba ayuda y no me iba a negar a recibirla, porque merecia más que esto, no podía dejar que un miserable drogadicto con problemas más allá del cerebro me arruinara la vida, iba a luchar, y no me importaba si la lucha era conmigo misma, no me iba a rendir tan fácil esta vez.

No necesité asentir para saber que recibiría ayuda, lo único que hice, fue lanzarme a los brazos de Jake, lo abracé y me sentí completa, tranquila y sobretodo protegida.

-------

Habían pasado ya unos días y Jake me había conseguido una cita con una de las mejores psicólogas en la ciudad, me contó que su nombre era Danae, una mujer de unos 25 años que también había pasado por cosas graves y que había escrito un libro con respecto a su experiencia de vida.

Guerrera - (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora