LLEGASTE A MÍ VIDA [SIDCOLN] [COMPLETA]

CAPÍTULO 28: POLVOS MÁGICOS, ALGO MUY MALO SE ACERCA

Disfrútenlo muchas gracias!!.

Scarlett había conversado con Sid en la librería, acerca del libro que (supuestamente) era su favorito, mismo libro preferido de Sid llamado "Mil noches de amor" por orden de Ángel, quién le había pedido acercarse a Sid lo más rápido posible, y que mejor forma de hacerlo si ambas "compartían" el mismo gusto de leer.

Lincoln por su lado, empezó a pensar que Scarlett en verdad quería cambiar su forma de ser, debido a que al parecer se estaba llevando bien con su novia, sin saber que todo eso era una farsa.

Horas después, 09:30 PM...

Ahora nos vamos a ver a nuestro amigo Ángel, el cual se encuentra dentro de su auto, conduciendo lenta y cuidadosamente por una parte de la ciudad de noche, en dónde había que tener extremo cuidado, ya que Ángel estaba rondando por un barrio de mala muerte.

Mientras esté seguía conduciendo, parecía que estaba buscando algo con la mirada, y seguía conduciendo con mucho cuidado, ya que por la zona donde estaba pasando, habían ciertos tipos que miraban el auto pasar.

Después de haber estado conduciendo por más de diez minutos, Ángel por fin había llegado a su destino, el cual se encontraba por una calle totalmente desolada, y sin ningún tipo de alma por los alrededores.

Al bajarse de su auto empezó a caminar con las manos en sus bolsillos soportando el frío que corría por ahí, hasta que llegó a un lugar parecido a un pequeño local de música, pero el lugar específico era la parte trasera.

Ángel al colocarse en frente de la puerta trasera del local, la empezó a golpear llamando para que le abran la puerta y pueda ingresar, y eso no tardó mucho puesto que una pequeña ventana que poseía la puerta se abrió dejando ver meramente los ojos de otro jóven.

—¿Quién es? –preguntó un jóven de ojos marrones ligeramente rojos.

—Soy yo Ángel, abre la puerta viejo hace frío acá afuera –respondió Ángel mientras se calentaba las manos con su aliento.

—Contraseña... por favor... –dijo el jóven de ojos marrones.

—La contraseña es... me voy a acostar con tú mamá si no me abres la puta puerta rápido  –dijo Ángel sonriendo en forma de burla mientras volvía a colocar sus manos en su bolsillos.