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Antes de comenzar, en el apartado de "21:00 horas" los dialogos escritos de esta manera (negritas y diagonal). Son de la conversación que se daba entre Volkov y Conway justo en ese momento.

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19:00 horas

Horacio caminaba de un lado a otro de los vestidores de comisaria, sus manos sudaban y se mordía el labio con fuerza; el sentimiento de que algo saldría mal ese día no dejaba de abrumarlo, su cabeza era todo negatividad en esos momentos ¿que pasaría si los cacheaban y encontraban los micros? ¿y si descubrían a Volkov y a Conway? la sola idea de perder a alguno de los dos le aterraba. Por un lado Conway era su padre, no de sangre pero lo había cuidado desde el primer momento y jamas lo había dejado solo, le quería bastante, estaba agradecido con el por haberles dado una oportunidad a pesar de su pasado. En cuanto a Volkov, era la persona de la que se había enamorado, una mala idea puesto al trabajo que ambos tenían sin mencionar que era para nada profesional, intento en varias ocasiones solo mantener una amistad sincera con el pero simplemente no podía. Era una persona hermosa, herida y desconfiada de todos los que le rodeaban, pero sin duda hermosa. Lo había podido conocer un poco mas a fondo después de su primer beso, el único que se habían dado hasta el momento.

Se sentó en la banca junto a las taquillas, no se sentía tranquilo su respiración se volvía irregular y no podía alejar la imagen de Conway o de su comisario muriendo. Era una persona muy intensa cuando se trataba de emociones y de vez en cuando eso le jugaba una mala pasada, por suerte tenia a su hermano que de alguna manera lo lograba mantener tranquilo por mas terrible que fuera la situación, era su ancla para mantener la cordura. No tenia idea de lo que seria de su vida sin el. Estaría perdido. El único con el que había compartido toda su vida, que se había arriesgado muchísimas veces robando comida de los supermercados para el, había recibido palizas por defenderlo, si no fuera por Gustabo probablemente hubiera muerto hace años. La puerta de los vestidores se abrió frente a el.

–¿Donde estabas?– Pregunto el rubio acercándose a Horacio. –Tu novio esta buscándote– Sonrió picaramente pero se puso serio cuando el contrario solo le devolvió una sonrisa triste –Hey, ¿que pasa?–

–Nada, solo estoy nervioso. Quiero que todo salga bien–

–Hombre, todo va a salir perfecto– Intento transmitirle confianza.

–¿Y si no?– Miro a los ojos a Gustabo buscando consuelo y una respuesta que lo hiciera sentirse mas tranquilo. Su hermano solo tenia un semblante serio, podría adivinas que estaba buscando las palabras adecuadas para responderle.

–Tu vas a estar bien. Siempre voy a cuidar de ti y papá también, jamas vamos a dejar que algo te suceda.– Sus palabras eran sinceras, para Gustabo el chico que tenia frente a el era todo lo que le daba sentido a su vida, era su alma gemela, su otra mitad pero no de manera romántica. Ellos dos se complementaban, era su única familia y la única persona en realidad que le importaba. Jamas dejaría que nada malo le pasara, desde el momento que lo encontró en aquel parque sintió la necesidad de protegerlo, lo vio durante años sufriendo por la partida de su madre y los abusos que llego a sufrir por su padre.

Gustabo lo atrajo a el abrazándolo con fuerza, Horacio escondió su cabeza en el cuello de su hermano disfrutando de la sensación de su cercanía, pocas veces el contrario le demostraba su afecto de una manera tan cariñosa por eso cada vez que pasaba el de cresta se aseguraba de dejarle en claro cuanto le quería. Gustabo le devolvió el abrazo de una manera mas protectora, jurándole una vez mas en silencio que nada le iba a pasar mientras el estuviera con vida.

–Vamos, que el héroe de la ciudad debe lucirse hoy– Dijo el rubio separándose del abrazo y caminando junto a su hermano de nuevo al despacho de Conway.

Horacio con HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora