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Habían transcurrido al rededor de 6 horas desde que recibieron el llamado de el comisario Greco, todo el CNP se encontraba en estos momentos buscándolo, patrullando por toda la ciudad, pero sin resultado alguno. Habia desaparecido sin dejar mas que un coche patrulla reventado a ráfagas y un significativo rastro de sangre tras el. Cerraron el paso a la autopista, revisaban cada coche que se acercaba y los peritos analizaban con extremado detalle la escena en busca de alguna pista que pudiera indicar el paradero del comisario. El super intendente Jack Conway observaba con atención como los peritos realizaban su trabajo, fumando un porro en un intento fallido por calmar sus nervios, uno de sus mejores agentes y comisario había desaparecido, lo habían secuestrado según parecía y el no lo había podido evitar. No podían tener la certeza de que estaba muerto, no había cuerpo, pero el charco de sangre junto al patrulla era bastante considerable y los exámenes que se realizaron habían confirmado que pertenecía a Greco. Se sentía de cierta manera culpable, quizá si hubieran acelerado mas hubieran podido llegar a tiempo para ayudarlo,  de momento lo único que podía hacer era rezar por la vida de su compañero y seguir buscando.

Por otra parte Viktor se encontraba en comisaria, su turno había terminado y Conway le ordeno que se fuera a su casa a descansar unas horas, antes de seguir con la búsqueda a pesar que este se había negado en varias ocasiones, le pidió de favor que pasara a visitar a Horacio y que le pidiera disculpas por que no había podido ir a verlo con Gustabo, le pidió que le explicara la situación. No le apetecía ir a verlo, en estos momentos su cabeza se encontraba demasiado saturada, lo que parecía ser un día aburrido y sin chiste, se había convertido en algo terrible. Pasaría únicamente a dejarle el mensaje del super intendente a su compañero y se iría a intentar buscar puntos claves donde podrían tener a Greco. Se negaba rotundamente a pensar que estaba muerto y a menos que alguien le pusiera el cuerpo de su compañero frente a el, no lo creería.

Dejo las armas en comisaria, conservando la propia que se había comprado hace años. Salio de servicio y se encamino a su coche para dirigirse a su hogar. Todo lo sucedido las horas anteriores le sabían como un mal trago, le parecía increíble que justo esa misma mañana había estado riendo a carcajadas con su compañero Horacio y al final del día se sentía agobiado, molesto y con un horrible dolor de cabeza. Encendió el motor pero tardo unos minutos en iniciar el camino a su departamento, su casa quedaba a 5 minutos de comisaria, relativamente cerca pero eso no impidió que buscara con la mirada alguien sospechoso o algún rastro de su compañero desparecido, era algo ilógico siendo que habían perdido la pista de Greco casi a 20 minutos de donde el se encontraba pero no perdía nada intentándolo. Tardo aproximadamente 15 minutos en estacionar su coche en el garaje del edificio. Tenia una pequeña botella de Vodka en la guantera, era consciente de que emborracharse no era la mejor idea debido a la situación, pero unos cuantos tragos no le vendrían mal. Destapo la botella de vidrio y dio un gran trago, el sentimiento de impotencia se apoderaba poco a poco de su cuerpo, quizá si hubiera ido a patrullar con su amigo lo podría haber ayudado, podrían haber conseguido tiempo hasta que las unidades llegaran a socorrerlos. 

De pronto ya no solo se encontraba pensando en Greco, recordó a Torrente  y como lo habían acribillado, les habían enviado un vídeo de cada uno de los agentes antes de que los asesinaran. Todos demostraban terror en sus rostros, excepto Torrente, el se mostraba firme y tranquilo, no se dejo doblegar en ningún momento y era algo digno de admirar. Fue un buen agente y un excelente compañero. Recordó a Gonetti, era un niño y apenas comenzaba en el oficio, ni siquiera era un oficial, un alumno y le habían arrebatado la vida. Dio mas tragos a la botella, apretándola con rabia, tenia los ojos acuosos. ¿Que tan hijo de puta y miserable se debe ser para asesinar a un niño como Gonetti?

Recordó a Ivanov, volvió a recordar la sensación de sostener el cuerpo sin vida de su mejor amigo, acariciar su cabello endurecido por la sangre que brotaba sin parar, sus ojos cafés apagados, sin brillo. Un trago mas, su corazón se sentía acelerado. Revivió todos y cada uno de los sentimientos que experimento ese día, la perdida de Alexander lo afecto demasiado. Sintió de nuevo su corazón encogerse al recordar el cuerpo de su compañero sin vida en el suelo, volvió a sentir la rabia del momento al enterarse que Conway no había hecho nada, sintió ganas de volverlo a golpear como lo había hecho. Se le dificultaba respirar un poco, cerro sus ojos pero lo único que consiguió fue ver de nuevo como una enfermera cubría el cuerpo de su amigo con una sabana blanca de pies a cabeza. Comenzó a llorar, se sentía débil y molesto, dejo la botella vacía en el asiento del copiloto y sostuvo con fuerzas el volante. El pudo salvar a sus compañeros, el debió haberlos salvado. Recargo su frente igual en el volante y continuo llorando, intentando sacar todo lo malo que reprimía día tras día desde que Ivanov había muerto. Se sentía destrozado y cada minuto que pasaba recordaba mas desgracias que lo habían acompañado a lo largo de su vida.

Horacio con HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora