eight

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Beomgyu había pasado un buen tiempo charlando de temas aleatorios con el rubio y su novia, pero supo que era hora de irse cuando recibió muchos mensajes de su tía justo cuando dieron las seis.

Noona ♡

¿Vendrás ya?
Acordamos que llegarías antes de
las 6.
¿Quieres que pase por ti?

El pelinegro suspiró con pesar, esperando que algún día su amada tía cambiara y dejara de ser tan sobreprotectora.

—Hyung... Debo irme... —el pelinegro se levantó con lentitud de la cama en la que había pasado todo el tiempo sentado.

—Pero apenas son las seis — Yeonjun miró la hora en su móvil, dejando completamente de lado la conversación que estaba teniendo con Onda.

—Sí, pero mi tía... bueno... pasó algo en casa y debo de ir —el menor mintió, sería muy bobo decir que aún no lo dejaban salir de casa hasta tarde.

—Bueno, te acompañaré a casa —miró a Serim, pidiendo disculpas con la mirada ya que era muy descortés de su parte dejarla sola.

—No, no. Estás con tu n-novia —agitó sus manitas y su cabecita de lado a lado al mismo ritmo.

—Regresaré en menos de cinco minutos, corazón —el rubio le sonrió a la chica, dándole un besito en la mejilla antes de empujar suavecito a Beomgyu hacia la puerta.

—Uh, ¡a-adiós! —el menor se despidió de la pelirrosa antes de volver a sentir el empujoncito del mayor.

🌫️

—Olvidé mi chaqueta, aguarda —el rubio dejó al menor en la puerta, regresando escaleras arriba en busca de la prenda de ropa.

Beomgyu aprovechó para avisarle a Hyejin que no tenía que preocuparse por pasar por él.

Tan pronto envió los mensajes el mayor volvió, cerrando la puerta detrás de sí y acercándose al pequeño pelinegro seguidamente de que empezaron a caminar.

—Realmente hace frío hoy —Yeonjun utilizó su brazo para rodear la cintura del menor, éste también traía aquel polo bicolor sumamente abrigador, sin embargo nada se comparaba con el calor que el cuerpo ajeno podía brindarles.

—Sí, lo hace... —el más bajito sintió sus mejillas tornarse rojizas, sin saber si era por culpa del rubio y sus acciones o el viento frío chocando contra ellas.

—Lamento que Onda haya llegado de imprevisto... Pero creo que le agradaste mucho —rió, recordando como su pequeña novia sonreía al ver como Beomgyu jugaba con su llavero, sin entender la importancia de aquel objeto.

—Oh no, no... —el pelinegro negó, la presencia de aquella chica no le había molestado en lo absoluto —No te disculpes, t-también me agrada...

—Eso es genial —Yeonjun soltó un suspiro algo aliviado —Temía que te incomodaras demasiado.

Beomgyu dejó salir un sonidito parecido a un "sí", divisando su casa a la lejanía.

—¿Ocurrió algo? —preguntó el rubio tras recibir respuestas tan cortantes.

—No, realmente no ocurrió nada... —Beomgyu se abrazó a sí mismo con un poco más de fuerza.

—Oh, entonces sí ocurrió algo —para cualquier persona sería relativamente fácil leer al menor, sus expresiones siempre habían sido transparentes.

the yeonjun's cute boy ↯ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora