the yeonjun's cute boy ↯ yeongyu

sixteen

Unos toquecitos lo obligaron a abrir pesadamente sus ojitos, luchando por enfocar a la persona frente a él.

─¡Es hora de despertar, Beomgyu! ─la voz tan energética de Yuna invadió sus oídos, haciéndolo soltar una risita muda mientras se removía en busca de recuperar su sueño interrumpido ─¡Hey, bobo! No puedes dormir más, es casi mediodía.

Y eso fue suficiente para que el pelinegro se incorporara rápidamente, desubicandose unos segundos mientras ignoraba completamente lo gracioso que se veía con su cabellito revuelto.

Hubiera gritado un gran "¿qué?" si pudiera hablar.

Ignoró a la contraria, tropezando al bajar de la cama en busca de su mochila, más específicamente su móvil pero al encontrarlo y sacarlo de la bolsa para encenderlo su ánimo decayó cuando notó que éste no tenía batería.

─¿Sucede algo? ─la voz de Shin lo trajo de vuelta a la tierra luego de entrar en una especie de berrinche.

Beomgyu intentó explicar el problema con señas, moviendo ágilmente sus manitos esperando ser lo más claro posible pero levantar la mirada y encontrarse con la mueca de confusión de su amiga no le dio nada de esperanzas.

Volvió a la cama, recostandose boca abajo mientras temía llorar de frustración.

Yuna frunció el ceño buscando la forma de comunicarse con el chico y una vez que una grandiosa idea invadió su mente, no pudo evitar sonreír ante la suerte que tenía en vivir en el siglo XXI.

Dejó a Beomgyu sólo, yéndose unos instantes para ir por su celular, abriendo el Bloc de Notas en el camino de vuelta a la habitación de huéspedes.

─Puedes escribir lo que quieras decir aquí ─extendió el aparato protegido por una carcasa azul.

El pelinegro lo tomó, incorporándose para sentarse debidamente sobre la cama.

─Muy bien, primero que nada ¿por qué no puedes hablar? ─preguntó en primera instancia la chica.

Choi tecleó rápidamente y en menos de cinco segundos ya le estaba mostrando la pantalla a la contraria.

"No lo sé, creo que es por haber llorado demasiado :("

Y aunque Yuna se sentía mal por su amigo no pudo evitar reír de ternura ante la carita del final.

─Oh, seguro es eso ─habló tratando de no mostrarse desconfiada ─Ahora sí, dime que ocurre con tu móvil.

Esta vez el pelinegro tardó un poco en escribir todo el lío, incluso cuando terminó leyó todo de vuelta para asegurarse de no perder ningún detalle.

"Se le agotó la batería, eso no me importa, pero mi tía cree que estoy en casa de alguien más y si se entera que no estoy ahí estaré muerto.
Debía llamarle hace dos horas, ahora debe estar muy preocupada"

─Muy bien, ahora dos cosas. Primero, puedes poner tu móvil a cargar, el cargador está en uno de los cajones ─señaló la cajonera que estaba a un lado de la cama en la que estaba Choi ─Y segundo, ¿en la casa de quien deberías estar? ¿Es por eso que estabas en el parque ayer? ¿Paso algo malo?

El pelinegro se aturdió un poco con tantas preguntas, decidió dejar el teléfono de Shin a un lado para buscar el cargador que la mencionada dijo que encontraría en aquel cajón y poner a cargar el propio. Además, le daba tiempo para ordenar sus pensamientos un poco antes de responder las interrogantes.

Una vez que conectó el cable al toma corriente, regresó a su lugar en la cama, tomando de vuelta el teléfono para empezar a mover rápidamente sus deditos sobre él.