twenty one

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Yeonjun soltó lentamente la muñeca de Beomgyu. Él... ¿había elegido a Hyunjin? ¿Qué demonios?

Envió una mirada de completa confusión al pelinegro, pero éste ni siquiera lo miró, mantuvo su mirada fija en el suelo.

Su pierna se movía nerviosa, ¿y cómo no? hasta el menor podía sentir la tensión que se comenzaba a formar en el ambiente entre los otros dos chicos, preferiría que ambos se fueran, que lo dejarán sólo pero eso parecía no ser posible.

Hwang sonrió con suficiencia, su mano cayó descuidadamente sobre el hombro de Beomgyu, sobresaltandolo ante tal toque y desubicandolo aún más cuando redujó la distancia entre ellos y lo apegó a su cuerpo.

─Creo que ya deberías irte, Choi ─Hyunjin habló, cansandose de tener la mirada del rubio sobre él ─Beomgyu se siente incómodo contigo cerca.

Yeonjun chasqueó la lengua, girando sobre sus talones no sin antes mandarle una fría mirada a Hyunjin, ¿qué estaba planeando ese maldito loco?

Una vez que el mayor se alejó, Beomgyu se removió casi tímidamente esperando conseguir un poco de espacio personal.

─Joder, hueles tan lindo ─Hyunjin impidió que se alejara, hundiendo repentinamente su rostro en la curvatura del cuello del contrario, aspirando con cierta fuerza su aroma.

Era algo parecido a las cerezas, aunque también era capaz de percibir vainilla y lavanda, probablemente todo el aroma de Beomgyu era producto de la mezcla del olor de su shampoo, el suavizante de ropa y algún perfume que se colocara.

El pelinegro hizo el amago de gritar, pero cualquier sonido que pudiese emitir se quedó atorado en su garganta, dejándolo únicamente hacer una mueca de "o" con sus labios.

Sentir el calor que emanaba Hwang sobre su piel, su respiración chocando contra ésta e incluso sus labios casi rozarla le dieron un escalofrío y un vuelco en el corazón.

Después de cinco segundos en los que se encargó de analizar todo lo que estaba sucediendo, se alejó casi instintivamente, moviéndose con tal torpeza que terminó cayendo de la banca en la que estaba.

Aun aturdido por culpa de la caída, Beomgyu sacudió ligeramente su cabecita, escuchando la campana resonar en todos lados.

Hyunjin rió, poniéndose de pie y acercándose a Beomgyu mientras el resto de alumnos se retiraba a sus aulas.

─Tenemos que irnos ─con una media sonrisa, el más alto le tendió la mano al contrario para ayudarlo a ponerse de pie y éste, después de algunos pucheros por el dolor, la aceptó.

Todo el plan de Hyunjin estaba funcionando, y si Yeonjun creía que sería capaz de venir de pronto y arruinarlo todo, estaba muy equivocado.

🌫️

Se supone que debía prestar atención a la clase de Matemáticas, pero entre tantos números y operaciones incomprensibles para él, había un problema mucho más grande que atender.

Ni siquiera fue capaz de reprochar cuando, al llegar del descanso, la silla y escritorio de Hyunjin estaban junto al suyo, muy, muy cercanos entre sí.

Así que eso sucedía, mientras él luchaba por concentrarse como era debido, Hyunjin no paraba de distraerlo, jugando con las hebras pelinegras de su cabello, susurrandole cosas raras al oído.

─Tus labios son demasiado lindos... ─comenzó de nuevo con los susurros que había dejado hacía unos cinco minutos.

"Ojala pudiera morderlos mientras escucho tus quejas"

the yeonjun's cute boy ↯ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora