twenty

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La semana pasó tan rápido para Beomgyu, estaba sintiendose tan bien que los minutos, horas y días se fueron0 volando.

Su tía era buena, más no manipulable, así que cuando le rogó con esa mueca tan adorable para quedarse aunque fuese una noche más, ésta se negó rotundamente.

Para empeorarlo todo, se fue del hogar de su amiga con la noticia de que ésta y su familia se irían a un viaje de imprevisto. Eso significaba que tendría que regresar al instituto sin la compañía de su mejor amiga, genial.

Y no, no había recuperado su vocesita en esos siete días, aún tenía que usar su móvil para comunicarse pero al menos ya podía hacer ruiditos parecidos a un "sí" y "no"

Asi que de esa forma regresó a su casa, siendo ese un domingo por la tarde donde no hacía nada más que estar acostado sobre el sofá viendo alguna caricatura en el enorme televisor de la sala.

─Beomgyu ─Hyejin apareció en la habitación llamándolo y él puso inmediatamente su atención en ella, lo que estaba viendo no era muy entretenido de todos modos ─Terminé de hablar con la directora de tu colegio, quedó todo arreglado.

El pelinegro asintió, con una sonrisita ligera en los labios mientras regresaba la mirada a la pantalla. Estaba mucho más tranquilo ahora.

Sería lo peor tener que regresar a clases después de faltar una semana sin razón aparente y ni siquiera ser capaz de explicarse por sí mismo, ¿qué tal sí le pedían que leyera algo en voz alta o pasara al frente? No, no.

Para su suerte, Hyejin, siendo la adulta que se encargaba de cuidarlo, había explicado un poco su situación y todo había quedado solucionado, ningún profesor lo obligaría a participar en clase.

─Por cierto, la cita con el médico es el miércoles ─añadió, antes de retirarse del lugar.

Oh sí, también estaba ese asunto.

Tendría un revisión general para descubrir la causa de su falta de voz, aunque tampoco estaba muy interesado en ello, odiaba los hospitales, esos hombres en bata blanca y el asqueroso olor a desinfectante que abundaba en todas partes. Había pasado tanto tiempo de su infancia en lugares como esos que ahora no los soportaba.

🌫️

Al llegar al colegio no le sorprendió que cierta cantidad de personas se aglomeraran a su alrededor.

No eran tantas como en sus primeros días, pero ahí seguían, molestándolo e interrogandolo. Siempre que Yuna no se hallaba cerca era seguido por aquellos que no parecían comprender el significado de espacio personal o privacidad.

─¿Beomgyu, qué sucedió? ─alguna de sus compañeras preguntó, pero él no detuvo su marcha, siguió intentando avanzar para llegar a su asiento.

─¿Por qué faltaste una semana entera? ─¿qué demonios les importaba a ellos? ni siquiera eran sus amigos.

─¿Beomgyu qué...? ─una nueva pregunta se escucharía pero el profesor de literatura llegó justo en el instante exacto para salvar al pelinegro.

Suspiró, viendo a todos alejarse mientras sus ganas de llorar también se iban con ellos.

Y es que la forma en la que le faltaba el aire cada vez que se sentía atrapado entre tantas personas era una sensación difícil de describir, su corazón se aceleraba y el color subía por sus mejillitas sin permiso, sentía unas enormes ganas de correr al mismo tiempo que su cuerpo se quedaba sin fuerzas. Era muy confuso.

the yeonjun's cute boy ↯ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora