II

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El prado se extendía más allá donde sus ojos pudieran ver, el cielo azul claro también se extendía aunque se veía borroso salvó a su alrededor, era extraño que no lo estaba viendo a través de sus ojos sino como si fuera un espectador viendo una película. Se veía a sí mismo acostado en la hierba con su uniforme de la casa Hufflepuff, se veía tranquilo y sonriente mientras giraba una rosa sobre su nariz. Aún desde algún punto logró ver como alguien se acercaba a él, tenía el cabello castaño, su otro yo no pareció asustado cuando ese castaño se acercó agachándose en posición contraria de modo que sus cabezas quedaron alineadas siendo sostenido por las manos del castaño a cada lado. 

— ¿La vista es buena? —preguntó el desconocido castaño. 

—Ahora lo es —contestó su propia voz con una sonrisa acariciando el rostro del desconocido con la rosa en su mano. 




— ¡Soobin! 

El chico se levantó asustado por el grito de su mejor amigo, su cuerpo tembló al ser levantado de aquella manera tan brusca y frunció los ojos por la luz que entraba por la ventana de la habitación. 

— ¿Ahora que hice? —preguntó mirando enojado hacia Huening Kai su mejor amigo que le pasaba su uniforme. 

— ¿Acaso se te olvida que hoy es la prueba para el equipo de Quidditch? Prometiste que me ibas a acompañar. 

— ¿Y debe ser justamente el único día que tenemos libre? 

—Si quieres quejarte con alguien hazlo con el director Siwon no conmigo, ahora a levantarse y buscar el desayuno. 

Aunque hubiera querido seguir durmiendo los gritos de su amigo habían despertado a los demás compañeros de dormitorio por lo que no le quedó más opción que levantarse e ir al gran salón por su plato de cereales, Soobin se sintió más despierto aunque sin dejar la molestia pues el quería seguir acostado sin preocuparse en lo más mínimo por el primer día del entrenamiento de Quidditch, o más bien para la elección de quienes serian los participantes de los equipos, Soobin no tenía interés pues por que no disfrutaba de hacer deporte y tampoco de verlo él prefería mil veces ir a la cocina a lavar los platos junto con los elfos. Aún así le dio su apoyo a Huening Kai quien como un cachorro iba arrastrándolo a Soobin hasta que llegaron al campo donde se realizaban los partidos, pudo observar cómo había cuatro grupos todos con el color en sus casas en sus camisas, Soobin le deseo suerte antes de dirigirse a las gradas. Aunque el campo era un enorme espacio cuando se estaba en estado de pruebas no se habilitaba todas las gradas sino una sola para evitar que los estudiantes puedan esconderse o ocasionar algún daño, por lo que Soobin fue hasta la única banca que estaba disponible la cual no tenía ningún símbolo para evitar conflictos. Había traído con él un libro para husmear mientras esperaba pero su atención se fue rápidamente hacia alguien quien parecía apunto de dormirse sobre su mochila, Soobin sonrió reconociendo al chico de cabello azul, miró a su alrededor buscando a la chica con ojos de gatos que siempre rodeaba al muchacho pero no la encontró, viendo la oportunidad se acercó con cuidado de no espantar al chico. 

—Al parecer estamos destinados a encontrarnos —comentó divertido llegando a su lado, Yeonjun lo miró con sus ojos soñolientos. 

—Yo lo llamaría más bien acoso —sonrió Yeonjun levantándose de la banca para sentarse bien permitiendo que Soobin pudiera sentarse a su lado—. No eres mi acosador ¿o si? 

—Ya quisieras tenerme de acosador —bufo mientras señalaba a Huening Kai en el campo—. Ese chico es Huening Kai, es mi mejor amigo de casa, me ha obligado a acompañarlo para las pruebas. 

Obliviate [Yeonbin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora