XI

215 31 4
                                    

El sonido de los goteos se volvió más insistente conforme pasaba más tiempo en ese sótano, miró a su alrededor para intentar saber dónde se encontraba, las paredes eran de piedra y el suelo se encontraba húmedo, muy similar al calabozo de un castillo. A pocos metros de él estaba tirado una colcha donde se podía dormir, descubrió que probablemente estaba dentro del castillo pues tenía el uniforme desarreglado de su casa Hufflepuff. A unos pocos metros de ese lugar oscuro había una ventana pequeña, alguien se encontraba frente a ella dándole la espalda, su cabello castaño estaba revuelto y solo traía pantalones negros del uniforme. 

¿Qué hacía con otro estudiante en ese sótano? 

Se acercó notando cómo el cuerpo de este temblaba y se abrazaba a sí mismo, escucho el pequeño llanto de este y lo preocupó, su boca se sintió seca cuando noto los rasguños largos y rojos en la espalda de esa persona. Antes de que pudiera hablar el chico giró su cara, descubriendo el perfil de esa persona. 

— ¿Yeonjun? —la palabra se sintió demasiado ajena, como si no pudiera controlar lo que dice. 

Sus dedos se alzaron hacia el rostro lloroso del chico sin embargo Yeonjun se dio la vuelta para comenzar alejarse de él. Grito que se detuviera y cuando su mano llegó hacia la cintura de este todo desapareció. 

No te vayas… fue su último pensamiento. 

Soobin despertó de golpe, la luz de su ventana lo cegó por segundos antes de poder tener una imagen clara de su entorno, observó el rostro dormido y calmado de Yeonjun que estaba a solo centímetros de la suya, sus alientos estaban entremezclados, sintió mayor vergüenza cuando noto que la mano que tenía estirada en el sueño pasó a la realidad, teniendo cerrada su mano sobre la pijama de Yeonjun, a la cintura del pantalón que sin querer se había bajado un poco mostrando un poco del abdomen del chico. Como si el chico emitiera corriente alejó sus manos para levantarse de la cama. 

Hecho abundante agua a su rostro hinchado, se sentía extraño, hacía mucho no tenía ese tipo de sueños. Se sentía mal por tener ese tipo de pensamiento con Yeonjun, se sentía como un psicópata obsesionado con el chico. 

— ¡Nunca probé algo así! —chilló emocionado Yeonjun tomando la malteada de chocolate. 

—Es solo jarabe y helado —se encogió de hombros. 

Soobin sintió nostalgia al ver la emoción de Yeonjun por ir al centro comercial, cuando terminó el desayuno Jin se ofreció a llevar a los chicos a dar un paseo, Soobin aceptó tomando la oportunidad de para mostrarle su mundo a Yeonjun, jamás imaginó que se quedaría maravillado por el gran edificio cubierto de cristal y con una enorme plaza decorada con árboles y cabañas por motivo de navidad. De cierta forma recordaba a Huening. 

—Aquí las personas no usan capas —comentó Yeonjun viendo alrededor de la plaza—. ¿No les da frío? 

—Casi siempre hay calefactores en estos lugares, pero cuando hace mucho frío usan esto —señaló el saco que su padre les dejó. 

—Menos mal tu ropa me queda, me hubiera sentido como un auténtico bicho raro si paseara con mi capa por allí. 

—Queras decir pijama, y sin duda sería raro salir con ella a la calle aunque e visto gente que lo hace. 

— ¿Y qué haremos ahora? 

—Bueno tenemos dinero y un par de horas antes de que me llamen para volver a casa —dijo mirando la cartera con dinero que le habían dejando, miró hacia los puestos que había en la plaza, todos con temática de invierno—. Ven demos una vuelta. 

Obliviate [Yeonbin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora