Obliviate [Yeonbin]

XV

El frío helado lo hizo estremecer mientras miraba el cielo nublado, se encontraba en los mismos escombros que recordaba, quizás en el mismo donde había quedado la vez anterior, el cuerpo que antes no podía ser sin sentir escalofríos seguía allí aunque ahora le daba la espalda por que no podía ver su cara cubierta con sangre, lo agradecía pues era bastante perturbador verse a sí mismo muerto. Se sintió extrañamente libre, como si pudiera controlar lo hacía en el sueño, miró por última vez el cuerpo antes de darse la vuelta. 

Se iba a dar la vuelta cuando algo llamó su atención, alguien venía corriendo a través de los escombros pero no iba hacia él, sino que estaba abajo del muro en el que estaba parado, enfocó su vista hasta descubrir que tenía un cabello oscuro y que parecía moverse en cámara lenta. Su barbilla se tensó cuando notó que se trataba de Soobin, lo miró correr desesperado y con prisa hacia su otro yo, cuando llegó se dejó caer en el suelo llorando al cuerpo inerte mientras lo abrazaba, sintió un nudo en el estómago que le dolió. El llanto llegaba muy bajo pero con el pasar de los segundos se comenzó a escuchar más fuerte, se movió con la intención de ir a consolar a Soobin aunque fuera un sueño le dolía escucharlo llorar, se sorprendió que pudiera escuchar su llanto cuando nunca había escuchado a Soobin llorar. 

Cuando intento dar un paso largo su pues chocó, miró hacia abajo pensando que quizás había chocado con una roca pero abajo simplemente no había nada, volvió a intentar dar un paso adelante pero su piel volvió a chocar contra una pared invisible, alzó sus brazos y estos chocaron contra la misma pared invisible, miró sorprendiendo a su alrededor pero no lograba ver que no lo dejaba avanzar, siempre su alrededor de había cerrado en una caja que no supo de dónde salió, miró preocupado hacia Soobin que seguía llorando pero ahora estaba sentado en el suelo llorando solo y el cuerpo ya no estaba allí, el llanto resonaba en su cabeza y comenzó a llamarlo desesperadamente pero simplemente Soobin no podía oírlo. Una sombra se debutó frente a él que lo asustó, miró la espada de este y de cómo sus ropas tenían similitud. 

El no se sorprendió cuando al darse la vuelta se vio a sí mismo, con la mirada vacía y sangre cayendo de su frente. 

Solo podía mirarse con la boca seca, su otro yo se acercó hasta él alzando la mano hasta que esta estuvo a la altura de su hombro, la mano cubierta de sangre chocó contra la pared invisible en la que estaba estaba atrapado. El otro habló pero Yeonjun no pudo escuchar sino el llanto de Soobin.