Fragilidad

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Me encuentro sentada al costado de mi cama. Veo un punto fijo sin quitar la mirada. Todos aquellos recuerdos llegan a mi, tanto buenos como malos. Uno me invade. Me lleno de felicidad al verte una vez más. Se siente tan bien ver tu cabello, tus ojos, tus manos sosteniendo las mías y con tu voz me dices que todo estará bien. No puedo parar de llorar, con tu mano levantas mi cara y secas mis lagrimas. Quiero decirte lo mucho que te extraño. Trato, pero no puedo. Mi boca no emite sonido alguno. Te abrazo  fuerte, no quiero dejarte ir. Nos vemos directo a los ojos, se el significado. Tu rostro se desvanece no podía parar de llorar. Tenía mucho por decir. Sentí frío, poco a poco divise la pared blanca de mi cuarto. Una gota salpico mi mano, toque mi rostro, seque mis lagrimas. Con ambas manos me ayude a ponerme de pie. Fui directo al baño, tome un poco de agua con las manos y la lance directo a mi rostro. Mire el espejo frente a mi. Mis ojos estaban tan hinchados que dolían. No pude evitar preguntarme;  ¿Qué hice mal?  
¿No fui lo suficiente buena para seguir formando parte de tu vida?
Lo que te aporte fue: ¿bueno o malo?
¿Por qué nosotros?
¿Qué hice para merecer este dolor?
¿Sabes lo mucho que te quiero?
¿Sabes que cruzaría mar y tierra solo por ti?
¿Acaso hizo falta que expresara más mis sentimientos?

Probablemente no supe como mantener nuestra amistad. Recuerdo que no era fácil convivir conmigo. Eras de las personas más importantes en mi vida. Me encantaría hablarte una última vez. Decirte lo orgullosa que siempre me sentí y sentiré de ti. Eran muchos planes los que tenía a tu lado. Llevo meses sintiéndome una mierda, dándole vueltas a esto. ¿Realmente merezco estar así? Me siento tan frágil como una muñeca de porcelana que se puede quebrar con la piedra más pequeña. 
Con el recuerdo más fugas sobre ti, puedo romper en llanto extrañando nuestras conversaciones.
Me han pasado tantas cosas en las cuales no quisiera estar sola. Puedo tener varias personas a mi alrededor y aún así sentirme sola. Me hace falta esa amistad. La que entiende lo difícil de superar la separación de unos padres. Con quien compartía el amor por el frío o el amor por las cosas simples como ver llover. Yo extraño eso, pero: ¿tú extrañas algo? ¿extrañaras mínimo saber de mi? Esas son las preguntas que me hacen soltar mis ultimas lágrimas. La única persona que puede responder a eso eres tú. Me gusta creer que sí extrañas algo. 
Te preguntarás por qué no te hablo si siento todo esto. Es algo tan sencillo y complicado. ¿Alguna vez has sentido que te van a rechazar? Justo así me siento cuando quiero mandar un mensaje con un "hola". Mi mente me lleva al límite con las maneras de rechazos que podría conseguir. Me da miedo. De una manera más correcta, me das miedo. No puedo evitar  pensar en todos los escenarios desastrosos. 
También me gusta pensar en algo feliz, pero es algo más difícil. Así que solo seco mi cara y vuelvo a mi realidad. Salgo a mi balcón, el aire frío choca con mi cara recién lavada, creando un escalofrío que recorre mi cuerpo. Respiro profundamente, dejando atrás cualquier tipo de pensamiento. Deseando siempre lo mejor para ti. Esperando recuerdes que si me necesitas, ahí estaré. 

Te quiero y siempre lo haré.


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