Estaba sentada frente a la pantalla de la computadora, esperando la inspiración. Solo quería un poco de ella, teniendo un poco es suficiente. Poco a poco va creciendo, esto hace más sencillo el escribir. Esperaba la canción y momento perfecto. No llego hasta después de tres horas y media.
¿Cómo? Después de recibir un mensaje lindo de una persona cercana a mi. El mensaje decía que estaba orgullosa de todo lo logrado de mi parte. Fue una sensación muy linda, agradecí sus palabras. Mire nuevamente la pantalla, cerré mis ojos. Una melodía triste comenzó a invadir mi oído llegando al nervio vestibulococlear. Un escalofrío comenzó a invadir mi cuerpo poco a poco. Abrí mis ojos y me llegaron recuerdos no muy gratos. Al mismo tiempo llego la inspiración.
Pase mucho tiempo de vida creyendo que no servía para algo. Intenté muchas veces algo nuevo, sin tener un buen resultado.
Personas me llegaron a rechazar por mi aspecto; por tener dientes torcidos, por llevar brackets, por mi manera de vestir, por no maquillarme, etc. Llegaron a hablar de mí muchas veces creyendo que no lo notaba. Pasó el tiempo, poco a poco me sentía peor. No le tuve confianza a persona alguna para comentar como me sentía. Me dolía no poder hablar de aquello que me atormentaba. Varias veces trate de hacerlo, cuando comenzaba a hablar podía notar que no prestaban atención a lo dicho. Decidí dejar de intentar. Me hundí poco a poco en mis pensamientos negativos. No confiaba en mi familia, "amigos", en absolutamente alguien. A todos les parecía todo normal, pues iba por la vida con una sonrisa grande y riéndome de todo como si pasara nada. Comencé a auto lastimarme, tuve tres oportunidades para terminar con mi vida. Llámenlo miedo, arrepentimiento, como gusten, no lo hice. Sentí que no era momento. A pesar de sentir que mi familia en momentos no me tomaba mucho en cuenta, sabía que causaría un daño colateral con mi partida. A veces me sentía muy abrumada por mis padres. A mis hermanos los llegaban a comparar conmigo, diciendo; "deberían de cuidar sus cosas como las cuida su hermana", "su hermana tiene buenas calificaciones, deberían de aprender de ella", etc. Después de escuchar esas y más frases de esa índole sentí una carga en mi. Probablemente por eso decidí no renunciar a mi vida en ese momento. Me sentía responsable de algún modo a ser la "hija perfecta". Decidí hacerlo, sentí que salió mal. Percibí un rechazo de todos mis círculos. Fue cuando caí al fondo. No sabía como sobrellevar todo aquello que estaba pasando. Hasta el momento que una persona me vio auto lastimándome. Me regaño por hacerlo, a lo cual yo solo respondí con indiferencia a aquella restricción. Poco a poco se fue acercando más a mi. Me brindo su apoyo para contarles lo sucedido a mis padres, a lo cual me negué. Estaba luchando para ser la hija perfecta, con ese problema lo sería nunca. Accedió a mi petición con la condición que cuando me sintiera mal nuevamente iría corriendo a contarle todo. No importaba si parecía mínimo, siempre estaría para mí.
Paso el tiempo, poco a poco mis pensamientos fueron disminuyendo. No desaparecieron, sin embargo, ya no me dominaban. Llegue a sentirme indestructible un par de veces, me agradaba sentir eso. Tuve muchos días malos, pero siempre estaba para mi. Salí de eso con ayuda de una sola persona. Mi familia no sabía absolutamente algo, mis amigos solo muy pocos saben por lo que pase. Varios de ellos vieron mis momentos donde me iba como en caída libre.
Aunque la persona que me ayudo principalmente ya no se encuentra en mi vida. Siempre le estaré agradecida por ayudarme y ser mi soporte cuando no los fue alguien más.
Por fortuna en estos momento cuento conmigo, ahora cuento conmigo para ser mi propio soporte. Claro también con mi terapeuta que me ayuda mucho en mis días malos.
Si se lo llegan a preguntar, sí, de vez en cuando me llegan a la mente millones de maneras en las que puedo ser rechazada socialmente. No son ideas constantes. Le tengo un poco de miedo claro, sin embargo, hago las cosas.
Después de un tiempo de hablar con alguien sobre ello, comencé a notar lo mucho que las personas a mi al rededor admiraban algo de mí. Cada una admiraba distintas cosas, probablemente antes me decían algo similar. Solo estaba atrapada en mis pensamientos negativos.
Cuando comencé a prestarle atención a las distintas perspectivas positivas sobre mí, me fue más difícil responder las siguientes preguntas; ¿Cómo te describirías?, ¿Qué te gusta más de ti?, ¿Qué no te gusta de ti? ¿En que eres bueno?
Para mi sería fácil responderlas si no fuesen dirigidas a mi persona. Si me ponen esas mismas interrogantes dirigidas hacia algún amigo. En menos de cinco minutos puedo responder.
Muchas veces se nos hace más fácil decir algo lindo sobre otra persona. No estamos acostumbrados a realizar una introspección. Lo cual es siempre una excelente idea, cada uno debe conocerse. La mayoría de las personas ha pasado por un rechazo social. Todos estamos llenos de inseguridades, por ello siempre es bueno pensar antes de actuar. No sabes lo difícil que ha sido para las personas a tu alrededor llegar a donde están. En algún punto, todos queremos desaparecer. Queremos olvidarnos de todo por un momento o por un largo tiempo.
Si tienen amigos que aprecian demasiado. No permitan que lo duden en algún momento. Sí su amigo necesita más ayuda, siempre es bueno acudir a un profesional. Sí tú llegas a sentir que no puedes más, te aseguro que puedes mucho más. Siempre podemos más de lo que creemos, solo es cuestión de encontrar la manera.
Mi humilde aportación es que siempre busquen ayuda profesional. Siempre necesitamos nuestro soporte emocional. En este momento para mí es mi psicólogo.
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Diario juvenil
Teen Fiction¿Cuántas veces al día te preguntas sobre tu existencia? ¿muchas? Si eres igual que yo, esta ''historia'' te va a gustar. Soy una chica ''común'' a la cual le gusta saber más de lo que se dice. No tendrá mucho sentido lo que diré durante la histo...