Seremos nada, pero...
No puedo dejar de pensar en esos dos grandes ojos cafés, que acompañan a ese par de pestañas largas y tupidas. El como sus labios forman esa cautivadora y tierna sonrisa al momento de cruzar miradas. El timbre de su voz es una delicada melodía, la cual estaría dispuesta a escuchar durante todo el día.
Camino viendo el atardecer me imagino junto a él, su voz resuena en mis oídos como si estuviera a lado mío. Toma mi mano con fuerza, pero no al grado de lastimar. Me dirige a una banca para admirar el atardecer. Él lo ve y yo veo como se ilumina su rostro. Logro percibir cada pequeño detalle, como dos pequeños lunares cercanos a su nariz, lo delicados y carnosos que son su labios rosados. Su cabello es iluminado por los rayos del sol que se está escondiendo. Entiendo lo que me cautivó desde aquella primera vez que lo ví. Irradia seguridad, gentileza y sobre todo amor.
Salgo de mi pequeño y fugaz pensamiento. Recuerdo la distancia que nos separa, y es la primera vez que no me importan los kilómetros. Estoy sintiendo algo tan diferente, nuevo y me gusta.
Somos amigos, pero me encantaría fuéramos algo más.
En algún momento expresaré mis sentimientos hacia él. Por ahora me basta con escribir.
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Diario juvenil
Teen Fiction¿Cuántas veces al día te preguntas sobre tu existencia? ¿muchas? Si eres igual que yo, esta ''historia'' te va a gustar. Soy una chica ''común'' a la cual le gusta saber más de lo que se dice. No tendrá mucho sentido lo que diré durante la histo...