¿Aceptas?

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Paseaba por la playa cuando el crepúsculo del atardecer estaba en su pleno auge. Llevaba mi cabello suelto, la brisa de las olas del mar tocaba delicadamente mi rostro. Mis pies descalzos, en contacto con la suave arena no me llevaban a una dirección concreta. Comencé a preguntarme, ¿Cómo le explico a mi corazón que no te debe de extrañar? ¿Cómo me lo explico a mí?
¿Tendrás idea de lo mucho que te quise? ¿Me faltó darte algo más de mí? No lo interpretes mal, no estoy triste, solo estoy desconcertada. Me sentía tan bien. Me gustaba tanto lo que lograbas generar en mí.
¿Recuerdas cuándo te dije que estaba feliz de coincidir contigo? Sigo estando feliz por ello. Probablemente en este momento no soy lo que necesites. Tal vez tú no eres lo que yo necesito, solo que aún no logro darme cuenta.
Extraño la sensación de cuando llegaba un mensaje tuyo. Con solo un "hola", hacías de mi día uno mejor.
Me gustaban esas platicas a mitad de la tarde. Cuando te recordaba que me encantaban tus ojos. Al escribir, que no podía borrar tu sonrisa de mi mente.

¿Sabias qué esperaba el momento de verte nuevamente? No esperaba que corrieras a mis brazos como en las películas románticas. Solo esperaba un saludo. No lo sé, tal vez yo debí saludarte. Estaba demasiado nerviosa por saber que me iba a cruzar nuevamente contigo. Yo solo quería decirte lo que siento de frente. Quería decir tanto, pero opte por decir nada.
Mis miedos ganaron está vez y me aterra pensar que no sabrás lo que siento por ti, mientras te miro a los ojos.

Me encantaría invitarte un café y disfrutar de tu compañía mientras te cuento como me enamoré de ti. Como me enamore de tu cabello rizado, de tus pestañas rizadas y aquellos ojos almendrados que brillan como ningunos otros.
Me enamore de tu forma de ser, de tu inteligencia y de tu estupidez a la vez. Te convertiste en la inspiración de una romántica y apasionada chica.

Siento que apresuré mi reacción hacia tu último mensaje. Me tendrás que perdonar, pero realmente no sabia cómo reaccionar.
No esperó que tú estés enamorado de mi, ya hice una expectativa de ti. Es lo peor que he podido hacer.
Solo quiero darte a conocer lo siguiente: han pasado los días, no han sido muchos. Han sido los suficientes para darme cuenta que, realmente extraño una mínima conversación contigo. Solo me preguntó, ¿tú lo extrañarás? Sé perfectamente que no responderás, sólo sueño con una respuesta.
Probablemente no llegue a ti este escrito, sin embargo, no me resulta triste. Estoy feliz de plasmar algo de mi sentir en este espacio. Seguramente lo vas a leer en algún momento, o eso es lo que me gustaría creer.
Una puede soñar a lo grande, pero sí llegas a leerlo, ¿aceptarías ir por un café conmigo?
No soy la más bonita, o la más inteligente, pero puedo regalarte una parte de mi al dedicarte un verso cada mañana. También puedo dedicarte tiempo para escucharte, para mi sería un placer escuchar la melodía de tu voz. Me encantaría hacerte reír y escuchar tu risa por horas. No sé si es amor, pero es lo que te puedo ofrecer, por el momento.
¿Aceptas?

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