¿¿ESTO ES SER PADRE??...

48.9K 2.7K 111
                                    

Capítulo 2: ¿¿ESTO ES SER PADRE??


Capítulo 2: ¿¿ESTO ES SER PADRE??

Mi sueño es interrumpido a las tres de la mañana, había olvidado por completo a la indefensa criatura que estaba a dos puertas de mi cuarto. Después de haber leído la carta que me dejo Amelia decidí encerrarme en mi mente y por un momento había olvidado el torbellino de emociones que había pasado hacia unas horas.

María me había dejado instrucciones de cómo cuidar a Eliel, mi hijo. "Mi hijo" queda muy bien en mis labios sin embargo mi mente aun no asimilaba la responsabilidad que esto contrae. Entre a la habitación y con cuidado tomo al pequeño en brazos, su boquita en forma de corazón busca desesperadamente su fuente de alimento.

De mí sólo brota una sonrisa, ¿Qué diría Amelia de nuestro hijo?

"Se parece a su padre"

Es lo primero que cruza por mi mente. De repente el llanto se intensifica, lo dejé de nuevo en la cuna que esa misma tarde fui a comprar. Quería ver la cara de mi representante al día siguiente por dos razones:

1.- Gaste veinte mil dólares en unas horas.

2.- ¡TODO EN COSAS PARA BEBÉ!

Los medios iban a enloquecer por tener la exclusiva. Era normal que yo gastara dinero pero no de esa manera, soy consciente que debo de ahorrar para cuando tenga que alejarme de las pasarelas pues la juventud no es eterna y con respecto a las cosas de un bebé puedo imaginar las especulaciones sobre a quién habría embarazado pero nadie se imaginara tremenda respuesta.

"EL MODELO MÁS COTIZADO TIENE UN HIJO, Y LA MEJOR PARTE, ¡ES PADRE SOLTERO!"

Mi risa volvió a aparecer pues ese debía ser un buen encabezado para cualquier revista de chismes.

Después de acabarse el biberón necesitaba darle golpecitos en la espalda para que soltara sus eructos. En eso soltó el primero: ¡uuurg!

Sonó un lindo eructo y para seguirle un poco de vómito, mi cara se contrajo de asco. Coloqué de nuevo al pequeño frente a mí para observar su pequeña sonrisita.

-Esto te parece gracioso ¿Eh? -le dije sin esperar respuesta, porque hablaba con un bebé.

De nueva cuenta lo recosté en su cuna, sus ojos se agrandaron y de ellos se derramaron lágrimas el pánico se apoderó de mí. No sabía qué hacer. En mi mente las palabras de María se hicieron presentes.

Los bebés lloran por cuatro simples razones:

1.- Su pañal está lleno.

2.- Tienen hambre.

3.- Cólicos.

4.- Quieren atención.

La tercera razón... ¡Creía que solo una mujer sufriría de ellos! (Al parecer no era así)

-Dime que no has llenado ese pañal-susurre mientras se lo retiraba.

Mis miedos se hicieron presentes haciendo que se me escapara un pequeño  grito muy masculino debo agregar, estaba lleno de popo, tenía un asco enorme. Había algo que me aterraba más. Su excremento era negro. Me asusté mucho y llame a María en mi auxilio: Ella era mayor, tenía 4 hijos, sabría qué hacer.

-Ya te habías tardado-contestó María al otro lado de la línea tras descolgar el teléfono.

-¿Qué querías que hiciera?- susurré -Ha hecho popo negra... ¡negra!-recalqué al final de mis palabras.

El Invasor *editándose * Donde viven las historias. Descúbrelo ahora