Capítulo 3: ¿Y ahora qué?

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Dedicado a kmi_LoquillaPechocha

Capítulo 3: ¿Y ahora qué?

Llegué a casa seguido por Saimon, más que cansados ambos nos tumbamos en el sillón. Habíamos comprado un mundo de libros sobre bebés y cosas "bonitas" para Eliel. En el centro comercial las chicas me persiguen a morir con la mirada pero no podía darme el lujo de observarlas (por ahora).

Flashback:

-¿Sabías que a las mujeres se les tapa... el conducto de la leche?-dijo Saimon algo asqueado sacándome de mi mundo.

-No soy mujer Saimon, nunca he dado pecho-dije con una mirada seria.

-Yo agradezco no ser mujer-y yo pensaba lo mismo.

Estábamos observando la ropa y accesorios de recién nacido, Saimon tomo algo parecido a un sostén pero con unas cosas plásticas, yo me empecé a poner rojo por aguantar la risa mientras que una joven pelirroja nos miraba algo extrañada.

-Buenas tardes señores, ¿Les puedo ayudar en algo?-ofrece su servicios.

-Sí, gracias-dije algo más tranquilo.

-¿Qué es esto?-interrumpió Saimon mientras dejaba aquel objeto en su lugar.

-Es un extractor de leche-contestó la joven.

-¡Ooohhh!-parecía que se asqueó más-debería tener letreros de lo que es-puntualizó.

-Claro que los tienes, de hecho la caja con el nombre está a lado.

Saimon y yo solo nos reímos, ya no podía contenerme más. La joven que se llama Lía (lo leí en el gafete) ahogaba su risa.

-¿Me puedes decir cuáles son los mejores biberones para un recién nacido?-pregunté ya para poderme ir.

-Sí señor, tenemos los mejores, si desean seguirme-nos guío por unos pasillos dejando ver su retaguardia.

-Te sigo al infinito y más allá-susurró Saimon.

Ella parecía haber escuchado esto pero se hizo la sorda, yo solo me sonroje. Soy hombre y tengo necesidades sexuales pero no por eso devoró a las mujeres visualmente o me lanzo a la primera.

Después de una media hora Saimon y yo teníamos los brazos repletos de bolsas. Unas señoras nos veían y "susurraban" cosas.

-No deberían dejar que esas rarezas adopten niños-dijo una de ellas.

-Tienes razón, los pueden criar para ser como ellos-respondió la otra mujer que tenía acento inglés.

Para esto Saimon tiene buen oído y no soportó dejar la ocasión de hacer una broma a aquellas señoras.

-Ven mi amor, hay que ir a ver a nuestro hijo-- -canturreo muy en tono femenino.

-Sí, vamos corazón-le seguí el juego.

Y así dejamos a esas señoras con la boca abierta mientras  que con sensualidad nos  dirigimos a la salida moviendo nuestras caderas a compás de alguna canción imaginaria.

Fin de Flashback:

-Esto de ser padre es difícil-dijo Saimon.

-Yo soy el padre aquí-bufé en buen sentido.

De repente María nos sacó de nuestro mundo, me echó una mirada de preocupación y luego una sonrisa para aliviarme, algo pasaba.

-Hijo, tenemos que hablar-su voz se cortaba- A solas- dijo echando una mirada a Saimon.

El Invasor *editándose * Donde viven las historias. Descúbrelo ahora