N/A: Antes de iniciar con la lectura, aclaro que este shot ocupa a Shun Fem. Lo hago así por motivos simples de trama. Creo que es más lógico ponerlo como mujer para un embarazo.
Hyoga estaba preocupado, su novia parecía haber enfermado en la última semana.
Había presentado asco y vómitos, así como dolor en la zona abdominal, se sentía cansada y sólo deseaba dormir. Entre Ikki y él, lograron convencerla de visitar a su doctora para que le hiciera una revisión. Ella aceptó a regañadientes, por lo que ese día, él se encargaría de llevarla camino a su trabajo.
Al llegar a su hogar, Shun parecía ausente, apenas y le respondió al saludarla. Manteniéndose callada por todo el camino.
Ese fue el indicador suficiente para que su preocupación aumentara. Ella siempre sonreía y hablaba alegremente mientras viajaban en el auto, sintonizando la radio hasta encontrar una buena estación.
—Puedo tomarme el día, a Ranko no le molestará encargarse de las cuentas de fin de mes —sugirió en cuanto se estacionó.
Shun negó de inmediato, apresurándose a tomar sus cosas.
—No seas tonto, no puedes dejarla con todo.
—Pero t-
—Pero nada —le cortó abriendo la puerta. Hyoga la observó angustiado, causando que la expresión de la peliverde se suavizara.
Entonces se acercó dándole un beso en la mejilla.
—Todo estará bien, patito. Ve con calma.
—Está bien —cedió tomándole de la mano y llevándola hasta sus labios para dejar un pequeño beso—. Avísame cuando salgas, tu hermano vendrá por ti.
—Vale, te veo más tarde —un último beso y se soltó saliendo del auto.
Hyoga la vio perderse tras las puertas del lugar. Dando un suspiro, encendió el auto y se alejó.
Shun tomó aire, aferrando su bolso contra su estómago mientras caminaba al consultorio. Por la mañana, tras una conversación con June, la idea que ella había sugerido le estuvo dando vueltas. Un posible embarazo sería algo totalmente inesperado. Sin embargo, para estar segura, decidió comprar una prueba y quitarse de una vez por todas de cualquier duda.
El proceso fue sencillo, los nervios se hicieron presentes hasta que fue tiempo de ver el resultado. Mentiría si dijera que estaba lista. Cuando vio las dos líneas que indicaban un resultado positivo, sintió como si las fuerzas le abandonaran el cuerpo. Su mente de inmediato comenzó a trabajar, tratando de encontrar una explicación. Sí, tenía un importante retraso en su período, además habían tenido relaciones recientemente, pero el ruso usó la protección debida, sin embargo, hace casi tres meses, lo habían hecho sin protección, en un cubículo en la playa. Fue un momento en que ambos se dejaron llevar por la excitación de ser descubiertos.
La ola de emociones que le invadió después fue decisiva para que tomara el teléfono y agendara una cita con su ginecóloga. Por fortuna, su doctora y la ginecóloga compartían edificio, por lo que Hyoga no se daría cuenta hasta estar segura de lo que sucedía.
La revisión fue tranquila, la ginecóloga la hizo algunas preguntas y mandó a hacerle un estudio para asegurar el resultado. Le recomendó mantenerse en calma mientras tanto. Los resultados estarían listos para el día siguiente. Cuando salió a la calle, Ikki esperaba recargado contra su auto, los brazos cruzados y una expresión casi aburrida en el rostro. Shun se apresuró a llegar con su hermano, lanzándose a abrazarlo como cuando era pequeña.
Eso activo las alertas en el mayor, rodeándola de inmediato en un gesto protector.
— ¿Todo está bien, Shun?
Ella asintió frenéticamente.
—Me hicieron unos estudios, tengo que volver mañana para saber que es lo que tengo exactamente.
—De acuerdo, vamos a casa.
El camino fue tranquilo, el usual silencio de su hermano no le molestó. En cambio, fue un momento relajante, en la que pudo poner sus ideas en orden. A pesar de que no había descartado la posibilidad de tener hijos en un futuro, mucho menos un hijo de Hyoga, la realidad era distinta. No es como que no lo hubiesen hablado, pero ambos estaban de acuerdo de que antes necesitaban establer una base para su familia. No sabía cómo podría reaccionar el rubio si su embarazo era real. Y eso, era lo que más le asustaba.
Ikki se quedó con ella hasta entrada la noche, cuando Hyoga llegó para hacerle compañía. La preocupación del ruso había disminuido una vez le contó lo que pasó en su revisión, omitiendo la parte importante. Esa noche, se acurrucó entre los brazos de su novio, buscando refugio y consuelo. Hyoga pareció entenderlo, envolviéndola con gesto protector hasta que se quedó dormida.
A la mañana siguiente, despertó antes que él, mirándolo en silencio. Una de sus manos se colocó sobre su vientre, permitiéndose imaginar, ¿cómo sería ese pequeño ser?, ¿una copia de su padre o de ella?, ¿tendría el cabello rubio y ojos verdes?, ¿niño o niña?
La ilusión se abría paso en su interior, el anhelo de que fuese real tomaba fuerza. No importaba que pasara, se sentía segura de que todo estaría bien. Hyoga no iba a defraudarla. De lo contrario, su hermano descargaría en él su furia.
Cuando la hora de la cita llegó, Hyoga no se despegó de ella ni queriendo. Tuvo un episodio de náuseas y vómito, así como un par de mareos que pusieron al ruso de nervios y despertaron más su lado protector. Obviamente, en cuanto ella giró hacia el consultorio de la ginecóloga, el rubio estaba tan confundido que prefirió esperar a oír lo que sucedía. La ginecóloga recibió a Shun, extendiéndole el papel cuidadosamente doblado donde su ansiada respuesta aguardaba. Shun quería verlo por sí misma.
Pero Hyoga también. El jadeo de Shun terminó por sacarle de sus casillas evidentemente angustiado, al grado de arrebatarle el papel en el momento en que ella se congeló.
Prueba de Embarazo: Positivo.
Él también se congeló, releyendo un par de veces aquella línea. Sentimientos indescriptibles le agobiaron hasta que pudo controlarse. Entonces dejó el papel sobre la mesa, y abrazó a su novia besándole la frente.
Iba a ser padre, y no había nada que pudiera bajarle de la nube de felicidad que aquella prueba de embarazo le creó.
