Prohibido hacer ruido

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Narra María:

Mientras estaba en mis pensamientos tumbada en mi cama oí como abrían la puerta. 

- Shota? Q haces aquí a estas horas? Creía q estarías durmiendo. 

Cuando cerró se aseguro de no hacer el mínimo ruido, tal y como había entrado. 

- Esta mañana y ayer me has dejado en mitad de algo importante. 

- E-el q? 

Realmente sabía a lo q se refería. Se acerco a más a mi. 

- Creo q sabes a lo q me refiero. 

Me tumbó en la cama y se puso encima mia besandome suavemente. 

- Y si nos escuchan los demás profesores?

- Habrá q hacerlo en silencio. 

Tenía mis muñecas sujetas con sus manos. Me mordió levemente el labio a lo q yo abrí la boca y aprovecho para meter su lengua. Yo nunca había sido buena en esto, y casi no lo había experimentado sin embargo él era todo un maestro, aún así intenté seguirle el juego. Cuando se separó por la falta de aire bajo a mi cuello sin soltar mis muñecas. Mientras él besaba cada parte de el dejando mordidas y chupetones yo conseguí escapar de su agarre y jugaba con su pelo encargándome de q no le molestase. 

- Si sigues mordiendo así mañana no habrá duda de q paso algo. 

- Tienen q aprender q eres de mi propiedad. 

- En ese caso yo también tendré q marcar territorio. 

Me incline sentandome y haciendo a un lado sus vendas me incline depositando mordidas, lamidas y chupetones por todo su cuerpo. Me quito la camisa interrumpiendo mi trabajo y dejándome en sostén. Se quedó mirandome. 

- No me comas con los ojos. 

- Prefieres q te coma de verdad? 

- La verdad? No sé a q estas esperando para hacerlo. 

Una pequeña sonrisa de picardia se apoderó de su rostro. El también se quito la parte de arriba de su traje dejándome ver algunas de sus cicatrices y sus abdomiles bien marcados. 

- Ahora quien como a quien con los ojos? 

Me quito el sujetador y se puso de nuevo encima de mi pero esta vez masajeando uno de mis pechos mientras al otro lo mordía. Íbamos a acabar con más marcas ahora q en ninguna otra pelea. Intentaba ahogar mis gemidos con mi mano, pero si seguía así sería imposible hacerlo. Dejo de centrarse en mis pechos y me quito los pantalones dejándome prácticamente desnuda. Antes de q pudiese hacer nada me volví a incorporar y le bese el cuello mientras con una de mis manos estimulaba su miembro por encima de la tela de su pantalón. 

- Si lo haces así, no aguantaré mucho más. 

Su queja solo me hizo coger más energía y empeño frotandolo más rápido y chocando sus labios con los míos. No me dejo continuar por más tiempo, me empujó levemente para q me tumbase de nuevo en la cama y nos quito a los dos lo q nos quedaba de ropa, podiendo hazmirar el cuerpo desnudo de la persona q habíamos amado por tanto tiempo. Se puso encima mia de nuevo e introdujo su masculinidad de una sola estocada haciéndome gemir más fuerte de lo q debería, pero se dio cuenta y me acallo con un beso antes de q pasase a mayores, no queríamos despertar a nadie. Envolví mi piernas en su cintura y comenzó a moverse. Lo notaba dentro de mí en un vaivén frenético y lleno de deseo. Sentí como mis paredes se estrechaban dándonos la posibilidad a los dos de notar más el tacto del otro y dándonos a entender q estaba por venirme. La irregularidad de Shota me hizo suponer q el también estaba por acabar. 

- Sho...ta...acaba fuera... 

Apenas podía mantener la compostura para hablar bajo, deseaba gemir su nombre a los cuatro vientos, pero la estancia compartida con nuestros compañeros me lo impedía. Obedeció mi súplica y acabo fuera de mi. Después se levantó, cogió un papel y limpio todo el desastre q habíamos hecho. Se puso su ropa y me tapo con la manta. 

- Será mejor q me vaya a mi habitación. 

- Me gustaría q te quedases conmigo, pero llevas razón. Buenas noches. 

Me dio un beso en la frente, se dirigió a la puerta y apago la luz. 

- Te amo. 

- Yo también te amo Shota. 

Después de aquella movida noche no me costó mucho conciliar sueño. 

Nada importa cuando estás a mi lado (Aizawa × Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora