Nada importa cuando estás a mi lado (Aizawa × Oc)

Por siempre juntos

Narro yo:

Todo estaba preparado. La música, los invitados, el cura, q por raro q pareciese era Mignight, solo faltaba q pasase la novia. En la una casa enorme de una cala desconocida y acogedora se iba a celebrar una de las mejores bodas. No tenía nada q la hiciese resaltar de las demás, pero Shota y María tenían claro q era la mejor celebración de todos los tiempos habidos y por haber. Entonces la música empezó a sonar y de dentro de la casa empezaron a salir personas. Las madrinas y los padrinos con su respectiva pareja, Izuku con Uraraka, Bakugo con Kirshima y Jirou con Yayoruzu (arriba el yuri y el yaoi B)) Después la pequeña Eri tirando pétalos y seguido present Mic quien iba cantando la canción q sonaba de fondo con un micrófono. 

Cuando todos estaban en su sitio e Hizashi con la boca atado con vendas por cortesía de su mejor amigo, por la puerta a la q todos le prestaban tanta atención apareció María acompañada por Toshinori. El vestido era blanco y caído, nada abombado como los de las princesas. Tenía como decoración varias flores q hacían efecto cascada al parecer caer por el vestido. Su peinado también estaba decorado por esas mismas flores q se metían entre los "pliegues" del moño. Esa vista era maravillosa para todos los presentes, y ya más de uno estaba llorando, pero para Shota, era simplemente como poder volar. Cuando llegó a su altura y se pusieron frente con frente, él agarró su mano. 

- Estas preciosa. 

- El mismo cumplido se podría aplicar a ti. 

- Bien bien parejita, más tarde os podréis dar mimos, pero ahora os tengo q casar, así q empecemos. 

... 

Casi todos tenían la cara mojada de lágrimas, incluso Midnight, a la q gracias a esto, casi no podía hablar. 

- Y-ya pu-puedes besa-besar a la n-no-novia

Auqnue esa escena era en parte cómica estaban demasiado entusiasmados y concentrados como para darse cuenta de nada más q no fuese ellos dos. Gracias a los tacones q ella llevaba ambos podían llegar a verse sin tener q bajar o subir la mirada. Sus miradas estaban enternecidas, poco más y ellos también se llenarán de lágrimas de felicidad. Se acercaron poco a poco el uno al otro y rozaron sus labios como ya muchas veces habían hecho, pero con una única diferencia, ahora eran oficialmente marido y mujer. 

Ahora si, todos lloraban, aplaudían y gritaban de felicidad. Si algo tenían todos claro es q ellos serían felices por siempre.