7 Mares || Bungou Stray Dogs.

EXTRA 5. CALOR EN LAS CALDERAS

Atsushi tomo la muñeca del azabache, fueron a parte baja llegando hasta las calderas – Jinko ¿en serio crees que estén aquí? – Menciono mirando alrededor – esté lugar es asombroso, salió desde las profundidades y ya está marchando como si nada, incluido calderas ¿esto es magia?

― Soy mágico, acaso dudas de lo demás – escucho al albino

― ¿Dónde te metiste?

― Me escondí

― ¿Qué rayos Jinko? No es momento para jugar y

El albino le salto encima al azabache, le sonrió – tarde un poco

― ¿lo encontraste?

― En desnudarme

― JINKO

Atsushi le sonrió – Vamos Ryu~ acabo de soñar con varios años de nosotros teniendo sexo

― Pero yo no lo recuerdo

― Ryu pero tú y yo

El azabache aparto al albino – no sé qué tanto viste, ni que si hicimos o no, pero me pediste respeto aquella noche, lloraste ¿y ahora quieres lanzarte ante mí? Eres un príncipe hoy en día

― Supongo... Que tienes razón... - el albino se sentó y suspiro – lo lamento Ryu, incluso olvide lo que soy hoy, todo esto me está volviendo loco

Akutagawa tomo su abrigo y lo puso sobre los hombros del albino – sigues siendo un príncipe caprichudo para mi

― Y tu un pirata frio y ruin para mi

Se acercaron ligeramente, unieron sus labios sonrientes, y al separarlos el azabache vio los ojos brillosos del albino - ¿puedo arrepentirme sobre no tener sexo? – ante sus palabras Atsushi comenzó a reír

― Solo si eres delicado

― ¿alguna vez lo he sido?

― Espero que jamás lo seas

Volvieron a besarse, se separaron unos momentos – de-déjame hacerlo, yo re-recuerdo como te gusta

― Jinko... En serio esto es raro

― Dame una oportunidad, te va a gustar

― De acuerdo...

El albino ya se encontraba desnudo así que no le costó trabajo hacer lo suyo, tomo el miembro del mayor para comenzar a levantarlo, Akutagawa en el suelo simplemente gemía de las atenciones del pequeño albino, lo tenía allí entre sus piernas tomando con esmero su miembro y metiéndolo en su boca, la sensación era única, sentía como la sangre corría por todo su cuerpo, Atsushi no tardo en buscar abrir sus paredes, pasando una de sus manos a su trasero para acostumbrarse, no olvidaba atender al mayor. – Jinko es-espera me si-siento raro – expreso el azabache, Atsushi saco el miembro de su boca y le sonrió

― Tranquilo, esa es mi frase – menciono alegre - ¿quieres que los junte?

― ¿podre abrazarte?

― Si

Atsushi se sentó sobre las piernas del azabache, se tenían uno con el otro. El azabache rápidamente abrazo al albino con fuerza – Ryu es-estas siendo duro

― Lo siento... me siento extraño

No había terminado bien su frase cuando estaba mordiendo los hombros del albino – aaah... Ryu...

― Tu voz... tiene algo...

― ¿po-podemos meterlo ya?

― ¿lo quieres?