Mr. Alexander Blake

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Maratón 1/5

|A la mañana siguiente|

Me levante al sentir como Cailin intentaba abrirme los ojos con sus deditos.

-Depeta- escuche su voz chillona

-Ya desperté princesa- la abrace mientras besaba su mejilla

- ¡Ya! - grito riendo

-Vamos a ducharte- me senté mientras me estiraba

Hoy estaba solo con Cailin le había dicho a mi madre que quería que descansara

Nadie sabia que había llegado así que no tenía la presión de llegar rápido a mi empresa.

Bañe a mi hija entre risas, luego le puse uno de sus trajes favoritos y para que se quedara tranquila mientras me bañaba le puse sus muñequitos favoritos.

Luego de 15 minutos ya estaba arreglado así que arregle mi cama y baje con mi hija para hacerle su desayuno.

- ¿Qué quieres? – la senté en su silla mientras iba a cocinar

-Evo- respondió rápidamente

-Perfecto- sonreí ya que era el desayuno más fácil

Herví tres huevos para nuestro desayuno.

Mientras eso se hacia porte una zanahoria en pedazos pequeños y la herví con los huevos para que estuvieran un poco más suave.

Unos minutos mas tarde ya Cailin se estaba comiendo su desayuno.

Al terminar limpié y subí con ella para lavarnos los dientes.

Prepare su bulto con ropa extra y varios juguetes.

-Vamos- la tome en brazos para bajar rápido

La monte en su asiento mientras le dejaba su oso de peluche preferido.

Conduje una vez más escuchándola cantar.

Extrañaba estos momentos así.

Cuando llegue a la empresa deje mi auto a cargo del chico de seguridad como siempre.

Con mi princesa en brazos salude a algunos empleados mientras iba directo a mi oficina.

-Es bueno verte de nuevo- sonreí al ver a mi secretaria

-Se le extraño en la oficina Señor Blake- me siguió a la oficina

- ¿La señorita Clayton llego? - deje a Cailin en el suelo mientras iba a su área de juego

-Si- respondió mientras tomaba sus notas, pero antes de que hablara la interrumpí.

-Cailin quédate unos minutos con Isabel, papá vuelve rápido- baje as u altura para que me entendiera

Ella solo asintió y continúo jugando.

-Quédate en mi oficina a lo que vuelvo- señale a mi secretaria antes de salir

Tenia prisa no lo negaría.

Sentía que el elevador era demasiado lento.

Cuando llegue al piso de grabación entre sin hacer ruido.

Al entrar lo primero que escuche fue su voz dándole orden a los modelos.

Sus compañeras fueron las primera en notarme, pero por señales le pedí que no dijeran nada.

Madison estaba demasiado concentrada en lo que hacía.

Cuando estuve cerca de ella decidí dejarme sentir.