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  Alexander Blake

-Gracias- sonríe bajándome de la patrulla

Camine hasta la puerta y toque el timbre

Nadie me abria por lo que toqué más insistente

-Me cago en toda tu existencia- escuche del otro lado

-Amigo- sonreí cuando lo vi

-Alexander- sus ojos se llenaron de lagrima para abrazarme

-Por dios no sabes como te busque- sollozo mientras me continuaba abrazándome

-Me dejas entrar- limpie algunas lagrimas que se me habían escapado

-Claro entra- se hizo un lado para dejarme pasar

El todavía estaba con su pijama así que es muy probable que se acaba de levantar.

El no dejaba de mirarme.

-Eh ¿Todo bien? – sonreí nervioso

Mark volvió a abrazarme con fuerza mientras comenzabas a sollozar.

-Fue difícil pensar que ya no estabas con nosotros- lo escuche con su voz entrecortada

Acaricie su espalda intentando calmarlo.

-Me dejarías ducharme, necesito sentirme limpio- reí nervioso

-Cochino ¿llevas mucho sin bañarte? - me miro mal

-Imbécil no solo unas horas, pero me quiero duchar bien y mi casa no estaba abierta- me queje mientras comenzaba a subir las escaleras de su casa

-Tus hijos están ahí- menciono antes de que abriera la puerta

Me gire para mirarlo

- ¿Madison? – pensar que ella no estaba con nuestros hijos me ponía nervioso

-Ella viajo hace unos días a Chile para buscarte- comenzó a ponerse nervioso igual que yo

- ¿Por qué la dejaste ir? – golpee su pecho

-Amor solo quería que te buscara- intento abrazarme, pero lo empuje

-Intenta contactarla y que regrese sana y salva- lo señale para entrar a la habitación

Ahí esta mi princesa y mi príncipe.

Cailin estaba mucho más grande a la ultima vez que la vi.

Leo también estaba un poco más grande.

Sonreí y entre al baño para ducharme.

-Amor- sonreí de escuchar a Mark

Sin duda lo había extrañado

-Te traje un bóxer nuevo, cepillo de diente nuevo, ropa mía, nuestro perfume y mi amor bebé- reí de escucharlo

-Espero que eso sea una toalla imbécil- reí al escuchar cuando salió

Me bañe con calma y tomándome mi tiempo.

Luego me vestí con lo que me había traído Mark.

Como extrañaba verme así.

Me lavé mis dientes y salí del baño.

Mis hijos continuaban dormidos.

Me acosté al lado de Cailin y acaricié su mejilla.

¿Me habrá olvidado? - pensé mientras la miraba

Poco a poco sus ojos se fueron abriendo, sorprendiéndose al verme.

Mr. Alexander BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora