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|Al día siguiente|

Ya había llevado a mi hija a su colegio.

Mi casa limpia gracias a la señora que le pagaba para que la mantuviera al día.

Como mi reunión con Madison eran a las 10 de la mañana fui al supermercado ya que me faltaba un poco de comida en la casa.

Eran las 9:50 de la mañana y yo continuaba guardando toda la compra que había realizado.

Hasta que me interrumpió el timbre de la casa.

-Voy – hable para ir a abrir.

Frente a mi tenía a Madison con Leonardo.

-Campeón- sonreí para tomarlo en mis brazos

-Adelante- hice espacio para que Madison entrara.

- ¿Cómo esta el bebe de papá? – bese su mejilla mientras cerraba la puerta

Leonardo sonrió mientras le dejaba besos cortos.

-Espérame en la sala si quieres tengo unas cosas que guardar en la cocina- me separe de ella para irme con mi hijo

-El bebé quiere fresas- le ofrecí lo cual tomo rápidamente

Guardé los últimos artículos de la compra que me faltaba y fui directo a la sala con un plato con frutas.

- ¿Quieres? – ofrecí antes de sentarme a su lado

-No- su voz salió más nerviosa de lo normal

- Me explicas todo- la mire mientras sentaba a Leonardo entre nosotros.

- ¿Por donde inicio? – miro sus manos nerviosa

-Bueno quizás por el hermoso día en que te fuiste- hable sínicamente tengo que aceptarlo

-Lo siento- me disculpe pasando mis manos por mi cabello

-Bueno el día antes de eso pues sabes que hicimos el amor y de ese día nace Leo- acaricio la cabeza del pequeño que comía fresas

-La noche de la fiesta te vi coqueteando con una mujer y me fui- no lo podía creer

-Es una socia que parece más mi hermana, por el amor a Dios Madison podías preguntarme incluso te la quería presentar- no me cabía en mi cabeza que se fuera por esa estupidez.

-Sabes cuantas veces te llamé y te escribí. Nunca me respondías hasta que me dijeron que cambiaste de número y nadie me daba tu número nuevo. Luego te demandé deseando verte, pero en tu lugar vi a tu abogado que además es un imbécil- me estaba cabreando

- ¿Por qué no me buscaste? – su pregunta hizo que la mirara mal

- ¿Cómo? - bufe para pasar mis manos por mi cabello

Me coloque de pie para intentar calmarme

-Madison te llame diario a tu número antiguó, les preguntaba a Leah por ti, pero no me decía nada, cada vez que se iba de viaje no le decía a Mark a donde iba, pero ahora entiendo tremendo secreto te estabas guardando- mire a mi hijo el cual estaba muy entretenido

- ¿Cómo lo conociste? – me referí a Jonathan

-Me lo encontré en la calle y él me ayudo con la empresa luego de tu demanda- mantuvo su mirada en mi

- ¿Son algo? – cruce mis brazos

-Amigos- respire para no gritar

-Veo que me viste la cara de pendejo por mucho tiempo- comencé a caminar de un lado a otro

Mr. Alexander BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora