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-No entiendo este contrato- miré a Mark

-Amor te dije que no debes aceptarlo simplemente- cerró el contrato que tenía abierto en mi escritorio

- ¿Y este? – señalé otro que tenía

-Solo niégalo y ya, no son de beneficio para nosotros- subió sus hombros como si no fuera nada

- Quería hablar contigo de otra cosa- lo mire y estaba un poco nervioso

-Dime- me recosté de la silla

-Estaba viendo unas casas- se para de su silla para llegar a mi lado

Como si fuera Madison se sentó en mi pierna mientras buscaba la casa que había mirado en mi ordenador.

-No se que opinas- negué

-Con ese dinero puedes comprar un terreno y construirla- estaba muy cara para lo pequeña

-Pues necesito tu ayuda- lo empuje para que se saliera de mi pierna

-Primero trae tu silla para buscar bien unos terrenos- lo señale

-Lo siento- se rió mientras halaba su silla

Sabía de algunos terrenos que estaban a la venta y tenían buenos precios.

Pasamos horas mirando diferentes lugares en donde el podía comprar hasta que nos encontramos con una urbanización nueva.

Era de control de acceso lo cual me gustaba en cierta forma.

- ¿Y si compramos casa aquí? – lo miré emocionado

- ¿Piensas mudarte? – asentí sonriendo

-Quiero tener una casa más grande en donde pueda tener más hijos- sonreí de solo imaginarla

-Pues podemos ver las casas dentro de esa urbanización-

-Vamos entonces- me puse de pie

No me gusta perder mucho el tiempo y hoy no tenía reunión así que podía darme el lujo de salir de mi empresa temprano

- ¿Crees que les gustaría que vivamos en la misma urbanización? – lo mire mientras caminábamos

-Pues no se- se rio

- ¿A dónde van? – paramos en seco al ver a Jonathan frente a nosotros

- ¿Qué haces acá? – lo señale

-Quería hablar con ustedes, porque hablar con esas mujeres significa ser asesinado todo el tiempo- nos reímos

Leah, Hannah y Madison podían ser muy intensa cuando están juntas

-Pues acompáñanos y hablamos- lo invite ya que hace mucho tiempo no estábamos solos los tres

Los dos se subieron en mi auto mientras a mi me tocaba conducir.

- ¿A dónde vamos? – era la quinta vez que preguntaba lo mismo

-Ya te lo dije vamos a ver unas casas- respondió Mark

-Quiero pedirle que se case conmigo, pero no se como- su confesión nos dejó en silencio a todos

-Eh- mire por el retrovisor

-Creo que no soy el indicado para darte consejo, porque estoy en las mismas- me reí nervioso

-Es que es difícil planear algo porque siempre estamos juntos y pensé que ustedes me ayudarían- hablo rápido dejando notar sus nerviosismo con el tema

- ¿Qué le gusta a la chica? – reí al notar el tono de Mark

Cuando miro a mi lado, él tenía su celular en su mano dispuesto a escribir lo que Jonathan le dijera.

Mr. Alexander BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora