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-Gracias- se escucho a Mark por los alta voces

-Como vicepresidente quería agradecer por cada esfuerzo de cada empresario, por sus ganancias y por ir mejorando la calidad de vida de cada persona que trabaja para ustedes. En esta noche especial me gustaría dar un anuncio importante- sabía que se lo estaba inventando todo, pero su semblante era relajado

El piano de fondo comenzó a sonar como había pedido y ya sabía lo que pasaría.

-Debes pararte aquí- hale a Leah al centro de la pista quedando frente a Mark.

Comenzaron a caer pétalos blancos causando curiosidad en todo el mundo.

Cada pétalo era real y llevaba un sentimiento claro.

-Leah Grey- llamo la atención de la chica

-No pensaba hacerlo así, pero el destino preparo todo esto. Eres una chica hermosa de la cual me enamore al verte. Se que no soy el mejor partido, pero no te arrepentirás de tenerme en tu vida- al finalizar detrás de el aparecieron las letras en donde preguntaba ¿Quieres ser mi novia?

Pensé que no me dolería tanto ver esto, pero mi corazón latía demasiado y de mis ojos salían lagrimas.

Leah se miraba sorprendida de tal acto.

Lentamente fui saliendo del lugar no podía seguir presenciando lo que había planeado para la chica que me gustaba.

- ¿Se va solo? – pregunto el chico encargado de traerme mi auto

-Creo que no te importa en lo más absoluto- subí a mi auto enojado

Conduje directo a mi casa.

Al llegar estaba todo lo que había planeado.

-Soy un imbécil- apague cada vela que había en el camino

En la mesa del comedor había un pastel hermoso para celebrar junto a mi vino favorito.

Busque una bolsa de basura y tire cada pétalo que había en la mesa, explote cada globo que decía "te amo", el peluche que había comprado y mis sentimientos los tiraría al fondo de una habitación.

-Al parecer no merezco ser amado en esta vida- abrí el vino y lo bebí desde la botella

Me quite mi saco y la corbata

Frente a mi pasaba como una película todo lo vivido con ella.

-Alexander debes estar bien mañana tienes una hija la cual criar- acaricie mi cien para no destrozar todo lo que tenía en la casa

¿La odiaba?

No, realmente la amo y no entiendo porque sus ganas de dejarme así.

Esa noche la pase bebiéndome mi vino mientras que por cada trago iba desapareciendo mis sentimientos hacía ella.

A la mañana siguiente me levante del suelo con la botella del vino vacía.

-Dios Alexander- me queje mientras me colocaba de pie

Me dolía todo el cuerpo.

Tire la botella en la basura y subí a bañarme.

Mi celular no dejaba de sonar, pero no me importaba.

Me bañe para quitarme la peste que tenía a vino.

Con un poco de pesar me coloque ropa para ir a la oficina.

Me arregle como siempre y al fin tome mi celular.

Tenía 25 llamadas perdidas de Mark.

-Si es importante llamará otra vez- tome una manzana y una botella de agua

Mr. Alexander BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora