Inocencia Interrumpida: Ruin ||S.M|| #2

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Alison

—¡Hija, los extraño anoche! ¿Pero la pasaron bien? —preguntó mamá.

Acabábamos de llegar, dejar a Shawn fue difícil, pero se que es temporal, que pronto las cosas serán que nuestro favor.

—Fue una noche mágica mamá, los niños estuvieron felices —conteste.

—¿Alison, puedo ir a mi cuarto? —pidió Stephan.

—Claro que sí, está es tu casa y no tienes que pedir permiso —conteste.

—Ven hijo, te acompaño —dijo la abuela.

—Buela... buela... —dijo Leah levantando los brazos a mamá.

—Ven aquí princesa hermosa. Ali, necesito hablar contigo de algo muy importante, pero antes quiero que subas a tu habitación, hay alguien esperándote ahí —dijo.

—¿Qué? ¿Quien? —pregunto extrañada.

—Sube y averigualo.

Ansiosa, deje a Leah con ella, y subí corriendo a la habitación, abrí la puerta y...

—¡Oh por Dios, Lu! —grite.

Ella me abrazo fuertemente, ambas gritábamos de la emoción.

—¡Mi Ali! Te extrañe tanto —dijo ella. Mis ojos se llenaron de lágrimas.

—Yo te extrañe más, ¡Demasiado! Pero que hermosa estás! No puedo creer que esté viendo tus hermosos ojos miel —conteste emocionada.

—¡Ali, mi Alison, cómo te quiero¡ Estás preciosa, ¿donde está Leah? ¿Mi sobrina? Cuánto me alegra verte y verte así de bien —dijo ella.

—Tantas cosas que contarte, pero vamos abajo, Leah está con mi mamá —conteste.

Bajamos con Lu, pasamos a la sala, tomamos té, mi Leah conecto rápidamente con ella. Estos dos días había sido los más felices en un largo tiempo, poco a poco mi vida se está encaminando.

—¿Cuánto tiempo te quedarás? —pregunte.

—Solo unos días, tengo que volver para los exámenes de final de semestre —dijo Lu.

—Seguro te irá muy bien, siempre has sido muy inteligente —conteste.

Habíamos pasado la tarde platicando, como los viejos tiempos. Era de noche, recogidos los platos de la cena.

—Mami... pita... —dijo Leah con su dedo anular en la boca.

—¿Quieres leche? Ya te la hago princesa...

—Deja los trastes ahí, Lu y yo los lavaremos —dijo mamá.

—Sí, Ali, déjanos terminar aquí —respondió Lu.

—¿Alison, puedo irme? —preguntó Sean.

—Claro que si cariño, vete a descansar.

—Buenas noches Sofia, buenas noches Lu... —dijo el, y se retiró.

—¡No olvides despedirte de la abuela! Está en su habitación —le grite mientras el se iba.

—Mami... pita... pita... —decía desesperada Leah. La tome entre mis brazos.

—Ya mi vida, ¡Vamos por tu pita!

Subí con Leah en brazos, pero recordé que en la cocina había déjalo la leche.

—Tu mami es muy olvidadisa, vamos por tu leche amor —dije y volví a bajar las escaleras, me iba acercando a la cocina y escuché la voz de Lu alzada y enojada.