Inocencia Interrumpida: Ruin ||S.M|| #2

26

Maratón ⅔

Alison

Un hombre nos llevó en una camioneta negra. Estábamos yendo a donde Shawn se encontraba.

—¿Alison, papá está ahí? —preguntó;ansioso Stephan.

—Sí cariño, pronto estarás con él, estaremos juntos —dije acariciando su rostro. El sonrió un poco.

Respire profundamente. Estaba ansiosa. Quiero ya estar con mi amor.

—Alison, ¿puedo preguntarte algo? —dijo Stephan.

—Claro pequeño, tú puedes preguntarme, puedes decirme lo que quieras, yo sé que jamás seré tu verdadera mamá, ni me amarás como ella, pero soy tu amiga, tu protectora, te quiero muchísimo y puedes confiar en mi siempre —respondí. El tomo mi mano. Mi conejita iba dormida en mis brazos.

—Es eso lo que quiero pedirte... ¿Puedes ser mi nueva mamá? Te prometo que seré el mejor hijo, y siempre me acordaré de David... —dijo el muy tierno, mi corazón se hizo pequeño.

—No tienes que pedirlo, ya eres mi hijo, tu eres como Leah, voy a cuidarte con mi vida, tu no eres menos que nadie, eres igual de valioso que mi Leah, Shawn y yo te amamos —respondí.

El me abrazo.

—Ya llegamos —dijo el señor que conducía. Cuando me di cuenta, era una mansión enorme, hermosa por fuera. Asentí.

El señor salió del auto, y nos abrió la puerta. Cuando bajamos, admire aquella casa. Stephan se escondía detrás mío.

—Está bien Stephan, no pasa nada. Estamos bien, papá está ahí adentro —dije tratando de calmarlo.

—Pueden entrar —dijo el hombre.

Caminamos, Leah pesaba mucho, estaba dormida mi princesa. La puerta principal se abrió. Y mis ojos se llenaron de lágrimas, al verlos... no solo era ¡Shawn! ¡También estaba Paulette!

—¡Papá! —gritó Stephan y corrió hacia él.

Lo abrazo muy fuerte.

Eaton

Mi niño, después de tanto tiempo, lo estoy abrazando.

—Papá te extrañe mucho... mucho —dijo él.

—Te extrañe mucho más hijo, jamás volveremos a estar separados, jamás. Nadie nunca te hará daño, te amo Stephan, conmigo estarás seguro —respondí. El se separó y miró a los ojos, limpie sus lágrimas.

—Tú y Alison serán mis papás, Leah mi hermana... Alison dijo que me quiere igual que Leah, ¿tú también me quieres igual? —preguntó. Me partía el corazón.

—Yo te amo muchísimo hijo, tanto como a Leah, tu jamás debes sentirte menos, porque no lo eres, Alison será tu madre, y juntos formaremos una familia —respondí. El asintió. Y lo abrace nuevamente.

—¡Paulette! ¡Dios mío! —escuche decir a Alison. Ellas de abrazaron—. ¡Estás bien! ¡Cuánto te extrañe! —dijo Alison.

—Te extrañe mucho más Ali. ¡Que hermosa y grande esta! Te vez hermosa Alison, a pesar de tanto... y tu hija es preciosa, ¿puedo cargarla? —pidió ella. Leah estaba dormida.

—Claro que puedes ¡Es tu sobrina! —contestó Alison.

Me acerqué a ellas. Mire a Alison, la abrace y la bese.

—Mi amor, por fin te tengo entre mis brazos, te amo cielo, te amo —dijo ella.

—Te amo Alison, mi niña —respondí. Mire a Paulette con Leah, la besaba y abrazaba tan feliz. Quería comerme a besos a Leah, abrazarla hasta el cansancio, pero Pau estaba disfrutando de ella, así que me contuve, ademas Pau y yo no estamos bien.

—¡Mírala Ali! Mi hija, mi pequeña... está hermosa, se parece tanto a ti —dije a Alison, estábamos abrazados, juntos con Stephan.

Leah estaba despertando.

—Mami... —dijo y comenzó a llorar. Paulette rápidamente se la entregó a Alison.

—Shhh, —Alison estaba mesiendola—. Mami está aquí... mira Leah, mira quien está aquí... ¡Papá! ¡Tu papá está aquí! Y se va a quedar con nosotras para siempre —le dijo a mi pequeña.

Leah me miró, y los ojos se llenaron nuevamente de lágrimaa, se metió su dedo a la boca, me miraba extrañada.

—Hola mi amor, hola preciosa... sé que he estado lejos, pero papi está aquí para quedarse, te amo Leah —dije. Ella sacó su dedo de la boca y me sonrió.

—Papi... —dijo y me dio los brazos. Así que la abrace. ¡Por fin! Por fin mi sueño se había hecho realidad. Mis hijos juntos, mi mujer conmigo. No podía estar más feliz.

—Buenas tardes a todos, bienvenidos a esta su casa —escuchamos decir. Volví a ver. Era Lauren junto con Roger.

Alison

Mire a la chica, recordaba su rostro... sí; ella fue quien me ayudo a salir del infierno donde James me tuvo.

—Alison, quiero presentarte a dos personas que han sido de muchaayuda, quienes me tendieron la mano cuando se los pedí. En especial a ella; que ha sido como una hermana para mi en estos meses. Estaba ansiaosa por conocer al amor de mi vida, y a mis angelitos —dijo Shawn. Mire a la chica, era muy hermosa, y su padre se miraba un poco serio.

—Bienvenida Alison, es un placer tenerte sana y salva en casa —dijo él señor.

—Gracias, el placer es mío. Gracias por todo lo que han hecho por Shawn y por mi, no tengo palabras para agradecerles —respondí sinceramente.

Ella se acercó a mi.

—No tienes que agradecer, para mi fue un gusto ayudar a Shawn, el se ha convertido en mi hermano, y espero que tú y yo nos llevemos bien. Es un placer conocerte en buenas circunstancias, eres muy hermosa, y tus hijos preciosos —dijo ella.

—Gracias, ella es Leah y el Stephan mis angelitos, aún que creo que a él ya lo conoces —respondí. Ellas los saludo.

—Bueno, pues supongo que quieren tener privacidad, yo tengo que irme. Me disculpan los dejo con Lauren, siéntase en casa —dijo el señor.

—Tú eres muy guapo Stephan, nada que ver con tu papá... ¿Quieres comer algo y después jugar? Tengo algo que te va a encantar, ¿quieres venir? —preguntó Lauren. Stephan era muy
tímido, se escondió detrás mío.

—¿Hijo, que quieres hacer? —le preguntó Shawn.

—¿Puedo estar contigo? —preguntó en un susurro casi inaudible.

—¡Claro que si! Tu puedes estar siempre a mi lado —ontesto Shawn.

—Bueno, entonces los dejo solos, pueden pasar a la sala, si quieren algo de comer, de tomar lo piden sin ninguna pena, por favor antes de irse, ¿Alison puedes venir conmigo? —preguntó Lauren.

—Sí, claro —respondí.

—Iré contigo Lauren —dijo Paulette.

—¿No vienes con nosotras? —pregunte. Ella miró a Shawn, su mirada fue muy fuerte, fue dura, jamás había visto esa mirada en ella.

—No, quiero estar con Stephan... —dijo y se fue.

Sabía que algo pasaba, necesitaba hablar con ella, las cosas han sido demasiado fuertes para ella. Su adicción a las drogas, las cosas terribles que le hizo su propio hermano, y pues la indiferencia de Shawn, está sufriendo, mucho y no merece estar sola en estos momentos. Nadie merece estarlo, aunque uno esté igual de roto, siempre puede ayudar a alguien más con una palabra, con un gesto o con un abrazo.