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Extrañado por el comportamiento del alfa decidió que esta vez no se quedaría con los brazos cruzados, se puso en pie y avanzó hasta la sala aunque sus piernas aún temblaran.

Miro sobre la mesa para café que aún estaba el móvil y la caja de cigarrillos del mayor, se sentó en el sillón mientras escribía un mensaje para Conway.
La puerta se abrió haciéndole saltar en su lugar, miró como el alfa entraba por esta con una bolsa.
Conway alzó una ceja con confusión al ver a Gustabo ahí.
-Pensé que te habías ido-.
-Solo baje por la cena, nenaza-.
-¿Pediste comida?-.
-Si, cocinar era mucho esfuerzo-.
Dejó la bolsa sobre la mesa de café, Gustabo comenzó a revolver el contenido de la bolsa-.
-Aparta-.
-¡Calvo!-.
El omega no puedo contenerse de gritarlo, esa frase era suya y Conway lo sabía, más de una vez le había escuchado decirla mientras salían de comisaría o andando por la calle, sonrió un poco con algo de ternura, mientras sacaba la comida y la ponía sobre platos, sirvió una buena porción para ambos y luego le tendió el plato a Gustabo.
Comieron con calma, Conway escuchando las historias del omega.
-Y luego le dije que quiza a Volkov le gustaban los platillos exóticos, así que fue a preguntárselo y literalmente le dijo que si le gustaba el durum sin pan-.
-¿Como sin pan? Eso es la salchicha solo-.
-Ajá-.
-¿Entonces cual es el puto punto de pedir un durum? mejor cómprate una salchicha en el puesto de la plaza-.
El menor no puedo aguantar la risa, claro que ante esto el mayor pensó un poco más la frase, cayendo en el doble sentido de esta y partiéndose de risa a la par que Gustabo.
Sus mejillas estaban rojas y sus estómagos dolían tras varios minutos de risa.
Terminaron de cenar y tras despejar la mesa de la sala se pusieron a buscar algo para ver.
-No hay una puta mierda-.
-Ya, todo es basura-.
Gustabo se quedó pensando un poco, para luego dar un salto y salir corriendo a su cuarto, de entre varias cosas del armario sacó una caja, y volvió donde el alfa aún sentado le miraba con curiosidad.
Le vio mover varias cosas en la pantalla hasta que de un salto volvió a su lado, pegándose a su pecho con el control en la mano y mirándole emocionado.
-Esto le va a encantar-.
Dio play al video y el logo de Fame or shame apareció en el centro.
Conforme veían la retransmisión de el concurso reían, criticaban a los participantes y reafirmaban los argumentos dichos en el programa.
-¡Ves! No tenía ningún talento, Gruñidos de dinosaurio si puta madre-.
-Tenia un talento innato-.
-Cualquiera puede hacer eso, mira, capullo... Rawr-.
-No, es más como ¡rawr!-.
Siguieron gruñendo y riendo de las cara ah mímicas que hacia el otro.
-Y una mierda, no tenéis gusto para nada-.
-Correcto, a Horacio le gusta el otaku con cara de niño asustado, y a mi me gusta un Viejo alfa gruñón-.
-Anormal-.
Le dio robo un beso, dejando a Gustabo algo descolocado ante la acción, soltó una risa nerviosa y luego salto sobre el regazo del alfa para dar besos por toda su cara, sobre todo en los labios

Canela y miel por error Donde viven las historias. Descúbrelo ahora