[ TERMINADA ]
Portada hecha por: @Ysa-noir 🐈
𝐂𝐚𝐬𝐚𝐧𝐨𝐯𝐚: es un hombre que conquista que seduce al mayor número de mujeres posible, y es famoso por sus numerosas aventuras amorosas.
Meliodas Demon amaba ese significado, era lo que a él lo cara...
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Las calles de Liones se encontraban infestadas de gente; enormes edificios en cada esquina con el suficiente valor para llamar millonarios a los dueños, bocinas de autos sonando por todo el asfalto y zapatos de charol chocando en la banqueta por llegar tarde al trabajo, ¿Que se esperaba de una de las ciudades más movilizadas?.
Una de las mejores compañías de autos se establecía en aquel lugar, conocida por toda Britannia y reino unido. El dueño bastante orgulloso de aquella prestigiosa compañía, era nada más ni menos que Damián Demon, astuto emprendedor que con tan solo quince años empezó a subir cada vez más lejos. Ahora ya viejo, estaba comenzando a preparar a su hijo mayor para la toma empresarial.
—¿¡No podrías ser más responsable, Meliodas!? —regañó con cólera el mayor; estaba harto del comportamiento infantil del más grande sus hijos, se quería dar de topes contra la pared cada vez que lo veía entrar con las cejas arrugadas.
—¿Responsable? —recalcó el menor sin dejar de inflar su pecho en muestra de valor. —¡Me la paso en tu compañía las veinticuatro horas del maldito día!, es hora de que Zeldris también meta mano, padre —más ofuscado no podía estar, todo el día era trabajo, ¿Cuándo iría por mujeres?, ¿Cuándo invitaría a su mejor amigo para unas buenas cervezas?; ya estaba empezando a exasperarse.
—Por favor hijo, te la pasas en sitios clandestinos de mala gana, no te atrevas a meter a tu hermano, ¡Él es incluso más responsable que tú! —contraatacó levantando su dedo índice, como método de autoridad. Meliodas bufó y agarro su abrigo de mala gana.
—Bien, haz lo que se te venga en gana, Damián —salió sin decir más, ignorando los gritos de su padre, soltando un largo suspiro mientras esperaba que el elevador lo acogiera. —Necesito aire... —susurró entre dientes mientras subía al elevador, las puertas se cerraron y el blondo selecciono el último botón. ¿Qué necesitaba para relajarse?, ¡Bingo! una buena noche. —Hora de llamar a ese muerto viviente.
Sacó su celular y buscó entre sus contactos el número de su mejor amigo, necesitaba distraerse, odiaba los sermones, odiaba que la gente se creía superior a él; soltó un suspiro y espero en la línea.
-¿Holoooo?-
-¿Estas ocupado?-
-Nahh, estoy en el bar, ¿Necesitas algo capi?-
-Si, una buena distracción- sonrió ladinamente, saliendo del elevador camino a su auto.
-¡JAJAJA! usted no pierde el tiempo-
-¿Qué dices?, ese club no será un club si no estoy en el-
