II."¿Cazablancas?"

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Ammm, no digas nada solo disfruta de la canción xD

—Joder, mi cabeza —se levantó de la cama con las sabanas enredadas en su cuerpo desnudo, revoloteó sus cabellos rubios y dio camino al baño; tomo una ducha rápida, se coloco su ropa y antes de que su "acompañante" despertara, dejo una nota en la m...

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—Joder, mi cabeza —se levantó de la cama con las sabanas enredadas en su cuerpo desnudo, revoloteó sus cabellos rubios y dio camino al baño; tomo una ducha rápida, se coloco su ropa y antes de que su "acompañante" despertara, dejo una nota en la mesa de noche.

"Gracias por la maravillosa noche linda, hasta no muy pronto"

Meliodas sonrió de lado, era típico de él dejar cartas con el mismo contenido al salir de la cama con una chica, tomó su saco, su cinturón y salió de allí dejando una llave extra para que aquella chica pudiera salir de la habitación. 

Camino al estacionamiento, recordó que no había llegado en su auto si no en el de ella. —¡Maldición! —suspiro con cólera y sacó su celular, rebuscando entre sus contactos el número de su chofer. Lo llevó a su oreja, esperando en la línea a que contestara.

-¿King?- 

-¿Pasa algo Capitán?

-Si, podrías pasar por mi por favor, olvide mi auto muy lejos de donde estoy-

-Claro, mándeme la dirección, en siete minutos llegaré-

-Perfecto, ahora te la mando por texto-

Apartó el aparato de su oreja, y deslizo el icono rojo para colgar. Agradecía no haber tomado mucho, no quería un dolor de cabeza, aunque tal vez su padre se lo provocaría sin usar alcohol.

—Genial, para terminar de joder ahora Ban esta enojado —mencionó en voz alta mientras terminaba de enviarle el mensaje a su chofer, viendo en las notificaciones como su mejor amigo lo maldecía.

Meliodas torció los ojos, camino hacía una maquina de refrescos que estaba justo en la entrada del motel, tomo una moneda y la inserto en la abertura, así mismo presiono el numero de bebida y espero a que callera... lo cuál no paso, pues la maquina se atasco antes de soltar la bebida.

—¿¡Es que más mierda no me puede caer!? —pateó la maquina con fuerza, y ni así la bebida cayó.

—¿Meliodas? —se acerco a él. Un chico de estatura promedio, cabello negro y ojos esmeralda, como algunos lo solían llamar: "Su gemelo malvado".

—Yo y mi bocota —maldijo al destino, a la maquina, y a su hermano frente a él.

—¿Qué haces aquí? —le cuestionó mientras metía las manos en sus bolsillos, pensando si era buena idea darle la noticia.

Casanova ¦ Melizabeth ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora