Capítulo 4

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Nada más que Bree llegó a su casa, entró en la habitación de Caleb, provocándole un infarto

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Nada más que Bree llegó a su casa, entró en la habitación de Caleb, provocándole un infarto.

—Tengo su número.

—Lo que tienes son más probabilidades de que te asesine si sigues entrando a mi habitación de esta forma.

—Tengo su número, Caleb. ¡Lo he conseguido!

La expresión de su hermano de enfado pasó a ser una mezcla de sorpresa y curiosidad. Se incorporó, visiblemente interesado y Bree le entregó el trozo de papel con el número de Paige.

—No puedo creerlo... ¿Cómo lo has hecho?

—Sinceramente, no tengo ni idea. Le he dicho que necesitaba una tutora para matemáticas y hemos quedado esta tarde a las cinco para empezar.

—¿Esta tarde?

Caleb se levantó de repente y se miró durante unos segundos en el espejo, analizando su imagen. Bree tuvo ganas de reír al darse cuenta de que su hermano tenía pensado cuidar su aspecto físico para impresionar a Paige.

—Estás guapísimo.

—Tu calla y vete de aquí. Me desconcentras.

Bree, por una vez en su vida, le hizo caso y se marchó hacia su habitación para terminar el libro que tanto la había atrapado.

Por supuesto que no fue tan fácil, ya que no dejaba de mirar el reloj y no pudo apenas concentrarse en la lectura.

«Quién sabe, quizás nos convertiremos en buenas amigas. Algún día me gustaría ir a su casa, y conocer a su hermana. Según me han dicho algunos, tiene leucemia. No me gusta que Caleb tenga sentimientos por Paige, no creo que hagan una buena pareja. Paige es responsable, tímida y estudiosa. Caleb es todo lo contrario... He escuchado que los polos opuestos se atraen, pero tiene que existir algún tipo de química para que surja la atracción. No, no creo que a Paige le guste Caleb. Quizá no busque estar en una relación... Pero al mismo tiempo, desearía que estuvieran juntos para que Caleb fuera un poco más feliz. Se pasa el día entero en la habitación todo el tiempo enfadado. No creo que Caleb está en depresión, estoy segura de que no. Con sus amigos se lo pasa en grande (no me gustaría saber lo que hacen). Aún así, creo que necesita a una pareja. Alguien que se preocupe más por él de una forma romántica. Pero Paige no es la adecuada. Paige no encajará bien con Caleb.»

Hasta las cinco, aún quedaba mucho.

Bree decidió dormirse un poco. Aquella noche no había dormido del todo bien.

***

Al escuchar el sonido del timbre, Clarisse abrió la puerta. Delante de ella apareció Charlie, con las manos en los bolsillos y mordiéndose el labio inconscientemente. A sus pies, reposaba una caja de cartón.

—Hola, Charlie. Bree está en su habitación, querido.

—Oh, no he venido a ver a Bree.

—¿Ah, no?

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