De alguna forma, la salida del armario de Paige le había dado la suficiente confianza para hacerlo ella misma.
Había estado buscando excusas para atrasarlo, pensando que no estaba preparada o que no hacía falta salir del armario.
Sin embargo, se dio cuenta de que lo único que tenía era miedo. Estaba más que lista y de hecho, deseaba con todo su corazón poder salir del armario y empezar a llevar a Paige a las cenas familiares como su novia igual que Caleb hacía con Sadie, aunque técnicamente aún no habían admitido estar en una relación.
«Caleb siempre ha sido el hijo perfecto y tengo la sensación de que con esto, empezarán a tratarlo como un rey. Tiene la ventaja de ser heterosexual y es simplemente triste que llegue a los extremos de pensar esto.»
Los padres de Paige la habían aceptado con total naturalidad y no se había sentido tan feliz en su vida.
Tenía una novia maravillosa, unos padres de una novia maravillosa que la adoraban y una hermana de una novia maravillosa que era demasiado tierna para ser verdad. Todo pintaba bien, hasta que había empezado a pensar en salir del armario ella misma.
Tenía una idea bastante bien formada de cómo saldría todo.
Sus padres probablemente se pondrían como una furia mientras que Caleb sentiría quizás indiferencia o emoción.
«¿Y si se enfada conmigo por enamorarme de Paige? Al fin y al cabo, yo he conseguido a su chica. No él.»
Paige se había mostrado alegre y optimista al saber lo que Bree tenía planeado hacer, aunque ella no estaba tan segura.
Había mantenido café para mantenerse distraída y había estudiado como una loca para olvidar completamente todo aquel asunto de las salidas del armario. Mattie había sido un gran problema para Bree, ya que todo el instituto había terminado averiguando que Bree y Paige estaban en una relación y Mattie no se había mostrado muy aceptante ante la idea de tener una mejor amiga bisexual.
Pasaba todo el tiempo con Debbie Flowers y aquello le rompía el corazón a Bree.
Tan solo quería a su mejor amiga de vuelta.
—¿Estás segura de que quieres hacerlo? —le preguntó Paige un sábado cualquiera.
—Sí, creo que sí... Puedo hacerlo.
—Por supuesto que puedes, ¿pero estás preparada para las consecuencias que pueden haber?
Bree le sonrió a su novia de forma pícara y le susurró:
—Nací preparada.
Paige soltó una carcajada.
—Y un poco tonta también.
Debajo de todos los chistes y las bromas, Bree tenía miedo.
Se dijo a sí misma que todo saldría bien y esas palabras lograron de alguna forma calmarla.
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Dime que me quieres ✓
Teen FictionBree tiene un plan. Debe hacerse amiga de una bonita chica de su clase llamada Paige y llevarla a su casa para que su hermano pueda conocerla al estar enamorado de ella. Se suponía que era un favor para ayudar a su hermano Caleb, aunque todo empie...