Depresiones __Capítulo 29👁

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Entre en depresión aquel día. No paraba de llorar y gritar en mi habitación. Los segundos se me hacían dolorosos y sangrientos. No salía de mi habitación.

Miraba mi rostro en el espejo del baño, sin esos lentes de contacto que me hacían parecer un humano, me veía como el monstruo que era, eso ojos blancos como perlas.

Pasaron tantos días que no sabía de mi pequeña hija, no había salido de mi habitación pero suponía que la empleada la seguía cuidando. Siempre escuchaba que llamaba a ma para pero nunca me atreví a responder.

--Jimin...

Estaba sentado a un rincón de la pared oscura de mi habitación, la ventana estaba abierta iluminado por la luz de la luna.

Escuche mi nombre, reconocí esa voz irritante y fastidiosa.

--¡Largate! --Exigí-- No estoy de humor...

Frente a la ventana surgió una luz blanca, un rostro se hizo visible, una mujer que: vestía con vestido largo y blanco, cabello rubio como de oro, piel pálida, ojos grises, flotaba sobre el suelo.

Frente a la ventana surgió una luz blanca, un rostro se hizo visible, una mujer que: vestía con vestido largo y blanco, cabello rubio como de oro, piel pálida, ojos grises, flotaba sobre el suelo

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--Tu condena terminó hoy... --su mirada se dirigió a mi con una sonrisa victoriosa-- Aprendiste a valorar una vida ¿No? Ahora sabes lo que sintieron esas personas que quienes les arrebataste sus seres queridos.

Molesto me puse de pie. Mis pasos se dirigieron hacia ella. Frente aquella luz que resplandecía en la ventana y iluminaba su silueta y su largo vestido.

--¡Tu que sabes! Desparece otra vez... después de siete años apareces ¡Para qué!

Grite furioso a un paso de ella. Su sonrisa por esos delgados labios me frustraron más.

--Soy la que te mando a este mundo humano, si no habrías cometidos esos crímenes en nuestro planta no estarías aquí... no es el lugar de un Demonio.

--Cállate, no puedo volver a nuestro planeta, no quiero, me abandonaron todos, no voy a ir.

Hable firme, señalando con un dedo hacia la ventana con vista a la calle.

--Aun que no quieras te vas hoy, aprendiste tu lección después de siete años.

Levanto hacia mi sus manos haciendo un movimiento ligero pero antes de decir esas palabras la detuve.

--¡No! No hagas tus brujerías ahora.

--¿Por qué? Acaso...¿Quieres permanecer en este mundo? ¿Por esa mujer que ahora está muerta?

--Si --iincliné la cabeza-- Debo quedarme porque tengo una hija...una bebé que en unos meses cumplirá dos años... No quiero que vuelvas, me quedaré aquí.

Permaneció en silencio mirándome fijo. Con una voz suave continuo poco después.

--Si es tu decisión, bien, pero...hasta donde tengo entendido tu la haz descuidado... ¿Sabes donde está ella ahora?

--No --Respondi.

--Escucha... Es parte de la vida morir, incluso para nuestro mundo, un demonio puede morir o una bruja como yo... Es normal deprimir nuestro corazón, pero... recuerda que tienes una responsabilidad... una pequeña niña nació de ti, olvida el pasado y mirara hacia adelante...

Pude sentir una mano suya levantar mi rostro. Con una pequeña sonrisa aconsejo como una amiga.

--Se que amaste a esa mujer y ella a ti, siempre estuve observado...en tus manos estuvo empezar otra vez, pero terminaste arruinado todo, al final cuando intentaste mejorar ya no podías hacer nada, el árbol ya estaba torcido...

--Lo sé, por primera vez en mi vida me había enamorado, estaba loco por ella, tenía miedo de perderla... de nada sirvió si ahora ya no está... --dije triste con la voz débil.

--Esa niña es una parte de esa mujer.

--Lo sé, es por eso que no quiero irme.

--Espero que salgas de esta depresión, si no lo haces en mi próxima vista te llevare conmigo, no me importará el futuro de esa niña... ¿Entiendes? --pregunto por última vez.

--Si.

--Mañana al despertar seras un completo humano, tus ojos serán como de uno.

Como llegó se desvaneció en la luz de la ventana.

Di un suspiro preocupado. Salí de la habitación hacia la habitación de la mi hija, alli estaba la empleada dándole de comer.

--¡Señor! Hace días que no salía...

--Disculpe... No volverá a pasar.

Me sente en el sofá frente a la pequeña mesa donde la nana le daba de comer a mi hija. Espere unos minutos hasta que terminó.

--La llevaré... dormirá esta noche conmigo.

--¡Claro! --Dijo feliz.

Tome a mi pequeña después de aver limpiado su boca. Una vez dentro de mi habitación me crecoste con ella. Se quedó dormida pocos minutos después yo seguía observando su rostro y sus pequeñas manos.

--Mi pequeña... Yisuu... Perdóname... Pero no podia estar normal después de la partida de tu madre, no sabes como la extraño...

Dije con lágrimas en los ojos.

--Saldremos los dos adelante, seré el mejor padre... no te preocupes.

Gire a un lado la cama para apagar la lámpara pero una carta sobre la pequeña mesita me lo impidió. Me sente de un lado para tomarla y abrirla.

--Esta carta... me la dejo hace unos días Tae, no la había leído...tal parce que es de Haru...

Lentamente empecé a leer. Cada letra hizo que derrame lagrimas en total silencio.

C O N T I N U A R A   |   |   |

Mañana es el último capítulo.

Espero que les haya gustado.

Hasta la próxima mis lectoras.

Bay❤

SANGRE SOBRE EL LIENZO||JIMIN|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora