Espejo

Vida fuera de lugar

Acto III

Fue el momento de la verdad. Todos los esfuerzos de Sunset estaban a punto de ser probados. Había hecho todo lo que podía pensar hacer, y si tenía éxito o no, todo se reduciría a esto. Con solo presionar un botón.

Inhalando un suspiro que no se atrevió a soltar, Sunset extendió la mano. Se detuvo por un momento, el índice descansando sobre el botón, antes de finalmente presionarlo.

Una luz azul rodeó el botón cuando el suave zumbido de los fanáticos comenzó. "¡Si!" El monitor de la computadora se iluminó para mostrar momentáneamente el fabricante de la placa base, antes de arrancar en el BIOS.

Un golpe en la puerta alejó a Sunset de su momento de victoria. "Buenas noticias, ¿lo tomo?"

Sunset frunció el ceño ante la puerta, pero pronto fijó su expresión y se levantó para responder. No le haría ningún bien mostrarle a Rose Petal nada menos que el querido ángel que Sunset se había convertido en el último año.

Cuando abrió la puerta, Sunset tenía una sonrisa emocionada. "¡Funciona! Acabo de terminar de configurar todo ".

Rose echó un vistazo a la pantalla, aunque sin duda no tenía idea de lo que significaba. Era solo un texto blanco en bloque sobre un fondo negro, esperando el comando para comenzar a instalar el sistema operativo. “Nunca lo dudé. Pero aunque estoy segura de que preferirías jugar con tu nuevo juguete, es hora de tu reunión con la señora Dusk."

"¿Ya?" Sunset miró un reloj, aunque ya sabía qué hora era. "Creo que tendré que esperar hasta mañana ..."

Rose se alejó de la computadora para darle a Sunset una mirada confusa. "No va a tomar todo el día, ya sabes".

"Si lo se. Pero instalar todo en la computadora probablemente lo hará. Esperaba tener al menos tiempo suficiente para comenzar todo, luego el sistema operativo podría instalarse mientras estaba fuera. Pero supongo que tendré que hacerlo cuando regrese."

Rose pareció considerar algo, luego estalló en una sonrisa resignada. “Bueno, supongo que podría llevarte. ¿Quince minutos te darían tiempo suficiente para arreglar las cosas aquí?"

Sunset cambió a una mirada aprensiva, aunque esa fue la reacción exacta que había esperado. “Eso sería perfecto, pero ... no podría pedirte que hagas eso. Sé que ya no te gusta conducir tanto."

“Realmente ahora, Sunset, no importa que edad!” Rose se echó a reír y sacudió la cabeza. "Creo que puedo manejar un corto viaje hasta la cafetería".

"Bueno, si estás segura ... Gracias, Sra. Rose. ¡Eres la mejor!"

"Oh tu." Rose sonrió para sí misma mientras dejaba a Sunset sola para terminar con su computadora.

Sunset no perdió tiempo en volver a ella. Ella inició la instalación del sistema operativo, tomándose el tiempo para revisar todas las opciones. Desde que podía recordar, las computadoras la habían fascinado. Tan tonto como parecía, siempre había algo en ellos que le parecía mágico. Ella había pensado que aprender sobre cómo funcionan disminuiría el efecto, pero no fue así. En todo caso, cuanto más aprendía, más se interesaba.

Cuando New Horizons obtuvo el presupuesto para obtener computadoras personales para todos los niños mayores como resultado del mayor uso de computadoras en la escuela secundaria, Sunset pudo convencerlos de que la dejaran construir la suya. El momento había estado de su lado; ella acababa de graduarse de la escuela secundaria y había logrado mantener las mejores calificaciones durante el último año y medio. Rose había sido comprensiva, pero había dicho que no había forma de que pudieran presupuestar algo más que lo que había en el trato que ya habían hecho para las computadoras. Pero a la luz del progreso de Sunset, Violet Dusk había logrado encontrar una manera de cubrir los fondos adicionales.