Cuando Christopher Vélez y Danna Silvetti se conocieron en la universidad y se enamoraron casi al instante nunca se les ocurrió pensar que casi cinco años después iban a terminar así. Odiándose el uno al otro.Danna estaba cansada de ser la esposa perfecta que tenía que sonreír falsamente siempre para las sesiones fotografías de las múltiples revistas de negocios en las que Christopher aparecía. Era aburrido y patético aparentar que seguían siendo una pareja real cuando hacía casi dos años que su relación había llegado a un punto muerto en el que ya ni siquiera se dirigían la palabra. Él ocupado siempre en eventos sociales de la empresa y ella demasiado preocupada por satisfacer sus propias necesidades habían dejado de ser la dulce pareja que habían sido al comienzo, aquella donde todo era miel sobre hojuelas, donde eran felices el uno con el otro y lo poco que tenían.
Christopher Vélez no tenía problema con el hecho de admitir que en más de una ocasión había sido fotografiado acompañado de alguna que otra chica que definitivamente no era su esposa pero sabía de sobra que una cantidad de dinero era suficiente para que todo en su vida volviese a la normalidad al menos en el ámbito social porque sabía de antemano que a Danna aquello no le importaba en absoluto, su tarjeta bancaria negra era más que suficiente, lo sabía por los estados de cuentas de su esposa con cantidades ridículas que llegaban a su correo mensualmente.
Lo que él no sabía era que ella tenía una sorpresa para él y mucho menos que la vida les tenía preparado algo mucho más grande que ambos, algo que más que separarlos como era el deseo de Danna: los uniría aun más.
Algo mucho más grande e importante que una empresa trasnacional y muchos millones de dólares en el banco.
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MIEL SOBRE HOJUELAS (+18).|Christopher Vélez (Completa).
FanfictionCuando Christopher Vélez y Danna Silvetti se conocieron en la universidad y se enamoraron casi al instante nunca se les ocurrió pensar que casi cinco años después iban a terminar así. Odiándose el uno al otro. Lo que él no sabía era que ella tenía u...