A la mañana siguiente cuando el despertador suena en punto de las siete de la mañana abro los ojos de golpe. Inspiro profundamente y me piel se estremece cuando la respiración acompasada de Christopher choca contra la base de mi cuello.
Me giro lentamente y me quedo en silencio contemplándolo fijamente. Su rostro parece en total paz, sus labios permanecen entreabiertos y su pecho desnudo sube y baja lentamente. Su brazo presiona mi cuerpo sobre el colchón y cierro mis ojos quedándome quieta.
—¿Estás dormida...?—cuestiona con voz ronca. Abro los ojos de inmediato y una pequeña sonrisa se forma en sus labios antes de dejar un beso sobre mi frente.—Buenos día.
—Buenos días.—respondo en voz baja.—¿Dormiste bien...?
—Sí. Gracias por la pastilla que me diste anoche, en serio la necesitaba.—niego de inmediato.
—A veces no puedo dormir y siempre ayudan.—inquiero encogiéndome de hombros. Christopher se queda en silencio un momento y me observa fijamente.—¿Qué pasa?
—No te merezco.
—Chris, por favor no. Es muy temprano para comenzar. Tienes que ir a la oficina y yo tengo miles de cosas que hacer ¿sabes?
—No voy a ir a la oficina.—anuncia.
—¿Qué?
—Voy a tomarme unos días.—agrega.—Quiero quedarme en casa y descansar un poco. Además creo que pesqué un resfriado.—susurra cerrando sus ojos lentamente.—No tienes que quedarte conmigo, ve y haz tus cosas...
Llevo mi mano a la mandíbula de Christopher y la delineo lentamente. Siento su piel estremecerse de inmediato y una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios.—¿Vas a tomar vacaciones...?
—Si.—susurra.
—¿Por qué...por que no vamos a la cabaña de mis padres? En las montañas.—anuncio lentamente. Sus ojos se abren de nueva cuenta y se queda en silencio contemplándome fijamente.—Bueno, si te parece una mala idea yo...
—No, no me parece una mala idea.—responde de inmediato.—Al contrario, me parece una idea excelente.—añade y siento mi cuerpo relajarse notablemente.—Creo que serían unos días interesantes.—mis mejillas se sonrojan de inmediato y él se ríe.—Oh, no decía interesantes en ese sentido...
—Supongo.—murmuro.
—Gracias por hacer esto.—inquiere sin dejar de mirarme.
—No voy a hacerlo todo yo, Christopher.—murmuro.—Tú vas a hacerlo, yo te acompañaré pero serás tú quién haga todo lo demás...—hago una pausa.—Pero vamos...dejemos de pensar en eso. Y...mejor pensemos en los días increíbles que podemos pasar en la cabaña...
Una risa se escapa de sus labios.—¿Recuerdas la primera vez que fuimos juntos?—asiento de inmediato.
—Cómo no voy a recordarlo si te la pasaste quejándote porque los mosquitos estaban comiéndote viva...—bromea y yo me echo a reír.
—Cierto.—coincido.—pero esta vez prometo que llevaré todos los repelentes de insectos que encuentre en esta casa.
—¡Quiero ver eso, señora Vélez!—replica y ambos nos reímos.—¿Desayunamos juntos?—me ofrece.
—Sí, desayunamos juntos.
(...)
—¿Esto es extraño, verdad?—cuestiona Christopher anclando sus ojos en los míos.
—¿Qué cosa?—pregunto.
—Esto.—señala y una pequeña risita se escapa de mis labios.—Desayunar juntos, por lo regular a esta hora del día ya estoy en la oficina.—señala.
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MIEL SOBRE HOJUELAS (+18).|Christopher Vélez (Completa).
FanficCuando Christopher Vélez y Danna Silvetti se conocieron en la universidad y se enamoraron casi al instante nunca se les ocurrió pensar que casi cinco años después iban a terminar así. Odiándose el uno al otro. Lo que él no sabía era que ella tenía u...